Salud mental y contrainstitución

dar sentido a su desarrollo. Se constituye de este modo un canal de comunicación entre usuarios y autoridades de la institución, puesto que se organizaron como voceros de ciertas problemáticas dadas en la administración de las citaciones, tiempos de espera, tratamientos no explicados, que hasta ese entonces no habían sido organizadas. Una de las muestras palpables de esto fue la instauración de un diario mural en el que los usuarios logran hacerse visibles para el resto de la comunidad, informando sobre los talleres, los derechos de los usuarios y llamando a participar a la comunidad. Se podría decir que se inicia una especie de proceso de concientización, una movilización de conciencia de carácter liberador respecto de las situaciones y hechos que hasta ese momento eran inadvertidos, como la necesidad de los usuarios de formar parte de ciertas decisiones que hasta ese momento eran vistas como única responsabilidad del consultorio. Ante tal movimiento de los pacientes, las autoridades adoptaron una res– puesta defensiva, expresada en sucesivas dificultades para facilitar el espacio de reuniones del grupo, por fijación de otras actividades y cambios de horario, problemas para mantener el uso del diario mural, ya que estaría ocupando espa– cio para información más relevante. Incluso la directiva de la asociación sindical expresó preocupación al sentirse amenazada por la presencia de esta agrupación, quienes a su juicio estarían actuando como "informantes" ante la dirección. Ello estuvo fundado en los reclamos y propuestas de los usuarios realizados a la dirección. La idea que rondaba era que este grupo más que proponer soluciones de trabajo ante los anquilosados problemas de siempre, los estaría imprecando ante la autoridad. Por su parte, la dirección también se ve amenazada por las nuevas tareas emprendidas por la agrupación, observando que los usuarios se estaban tomando atribuciones que "no les correspondían" y que el único medio de reclamo era a través de la OIRS (oficina de reclamos), ya título personaL En el proceso de formación de la comunidad llama la atención desde el momento en que los usuarios deciden continuar unidos aun cuando la intervención psicoterapéutica había finalizado. En ese momento reconocieron necesidades comunes que podían ser abordadas de manera colectiva, como la de participar activamente en el consultorio a través de la promoción de una vida sana. Este proceso dio un sentido a su existencia en el mundo que facilitó la toma de conciencia de las necesidades, y la forma de organizarse con un sentido de responsabilidad hacia una institución de la cual se sentían parte integrante. Llama la atención la instancia de duelo que los convoca en un primer momento, unidos por la depresión, convocados a una instancia de cura grupal que encuentra su carácter reparatorio en la agrupación Renacer, el encuentro del objeto perdido que vendría a ser un espacio donde pertenecer, donde "volver a nacer" e identificarse. Cuando fallece la psicóloga a cargo, se presenta un segundo duelo que lleva a tos usuarios a una especie de melancolía. El sujeto grupal se recoge, queda el 97

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=