Salud mental y contrainstitución

Para reclutar a sus integrantes, desde un inicio salían a la calle y a medida que se encontraban con amigos los invitaban a participar. Las primeras andanzas por las calles de la población, mientras practicaban los zancos, implicó que los vecinos los insultaran, les gritaran bromas e incluso llegaron a apedrearlos, ya que estos mismos jóvenes eran los que en semanas anteriores habían apedreado la casa de algunos de ellos por algún conflicto, o habían participado en alguna pelea. El grupo, muy enojado en un principio, insistió en estas actividades pensando en "educar" a la gente para saber ser espectadores de este tipo de acciones. La compañía de zanquistas comenzó utilizando zancos de madera de un metro, realizando presentaciones dentro y fuera de la comuna, hasta llegar a recibir algún tipo de ingreso por cada una de estas manifestaciones, la que se fue invirtiendo, según decisión consensuada por todo el grupo, en ropa para los personajes de cada uno y en zancos de aluminio de dos metros y medio de altura. A su vez, comenzaron a autogestionar recursos con el apoyo de ciertas personas de la comunidad, por ejemplo, un mueblista del sector les reparó los zancos de madera que tuvieron en un comienzo; lograron instalarse con un espacio propio, ubicado en el patio de la casa de uno de ellos, previa autorización de la familia; y por el apoyo de algunos dirigentes vecinales, lograron organizar diversas actividades en la población. La motivación por hacer surgir la compañía de zancos, según la definían, era para fortalecer la identidad dentro de la población, para trab3:iar en beneficio de la comunidad a la que ellos pertenecían. Dentro de esto, implementaron las siguientes actividades: Olimpiadas de juegos populares tradicionales chilenos, realizados los 12 de octubre en la Población Huelén; participar con una obra de teatro con el apoyo de la Universidad de Chile titulada "La calle del dictador", presentándose en el Festival de Teatro de La Florida yen su población; realizar una biblioteca popular en el sector; murales dentro de las calles de la población; jornadas de cine callejero; campaña de arborización, y la participación en el Festival de Teatro Popular Latinoamericano, ENTEPOLA, lo que les permitió viajar por distintos países de Sudamérica. Se definían como una organización autogestionada con un funcionamiento distinto a otras organizaciones sociales. Dentro de esto, el entrevistado señaló: "es otra forma de organizarse po'. Eso queríamos rescatar, algo más horizontal, más democrático, onda todos igualeS [. ..] "o sea todos dependíamos del otro, nadie se 'veía mejor que el otro, a lo mejor sólo hubiese andado dando la hora; como grupo funcionábamos". En este sentido, se entiende que la implicación estaba dada por el interés, voluntad y el deseo puesto en juego por parte de los jóvenes, lo que da cuenta de la relevancia de esta experiencia, no sólo por la motivación de aprender la técnica, sino también por generar acciones con el objetivo de democratizar espacios de creación cultural dentro de su comunidad, como ellos señalaban, lo que les llevó a ser ellos interventores dentro de su población. 86

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