Salud mental y contrainstitución
Otro tipo de médico es el Lawentucheje, quien posee los conocimientos de las propiedades curativas de las plantas y de las hierbas para todo tipo de enfermedades, prepara a partir de ello los remedios que se suministran según las características individuales y únicas de cada enfermo. El Ngütamcheje es la persona que sabe de la estructura ósea y se encarga de recomponerla cuando se han sufrido fracturas, dislocaciones, etc. El Püñeñelcheje, en tanto, es la persona que se encarga de la maternidad, ayuda a las madres a dar a luz, proporcionando su saber respecto de todo el proceso de gestación, de cómo debe nacer un niño y de cómo enfrentar los posibles problemas en el momento del alumbramiento. La/el Machi se constituye en el agente principal de medicina, posee y utiliza variadas herramientas para su actividad, conocimientos mitológicos, un idioma antiguo no conocido por todos, nociones musicales y de danza de efectos sanadores, interpretación del pewma (sueño), capacidad de trance y pleno conocimiento de las plantas y hierbas para la elaboración de la medicina. Independiente de estas distinciones, cada uno en el proceso de curación incorpora las mencionadas herramientas terapéuticas, en un tratamiento integral del enfermo. La enfermedad se enfrenta integralmente en cuanto a su causa y sintomatología y así como en el universo gobierna la armonía y la interdependencia de sus elementos, el cuerpo humano también se concibe como un sistema de órganos relacionados y cuyas partes no se pueden disociar ni en su funcionamiento, ni en sus afecciones cuando se presentan. En general el enfermar implica una desconexión con la familia, con el entorno, con la naturaleza. A diferencia de la medicina occidental, el paciente es tratado y confrontado con todo su ser, con su identidad, con su entorno, con sus relacíones familiares, con su conducta socíal y moral, con su forma de relacíonarse con los otros seres de la tierra y con sus emociones o sentimientos. Esto significa que el proceso curativo no se basa única y exclusivamente en el conocimiento y vivencias del agente de salud sino que es acompañado por las vivencias del mismo paciente. En pocas palabras, la práctica del ritual curativo no puede ser exitosa sin la plena particípacíón del enfermo y de su núcleo familiar: no se considerará completo el tratamiento si no concurren los familiares al machitún (ritual de sanacíón). "La lucha contra la enfermedad debe ser una lucha conjunta y no disociada entre la institución quepractica la salud y quien acude a etla"13. El discurso sobre la salud y la enfermedad está construido por los sujetos en la comunidad en cuanto a la relación con el entorno. Esta puede ser una de las princípales razones por las cuales la medicína occidental ha mostrado su fracaso con pacíentes mapuches, al no considerar las diferencias culturales en cuanto a la concepción, por ejemplo, del tiempo -como en un continuo cíclico 13 Entrevista personal con Margarita Cayupíl, 11 de diciembre de 2009. 76
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