Salud mental y contrainstitución

lllich cuestiona la educación pública. Las instituciones educacionales co– menzaron a ser centro de debates, manifestando un problema crucial, reflejando de algún modo el funcionamiento de la sociedad. Las escuelas han sido percibidas como garantes de la educación, legitimándola dentro de prácticas públicas que generan más bien una distancia que un acercamiento al deseo de aprender. A lo largo de la historia de la sociedad chilena, los propios alumnos se movilizaron para dar cuenta de la necesidad de que las políticas públicas se transformen en función de los desarrollos de la nueva visión de la educación. "La pérdida de la legitimidad del proceso escolar como medio de determinar la capacidad, como medida de valor social y como factor de igualdad, amenaza a todos los sistemas políticos que confían en la escuela como sistema para reproducirse"8. Es evidente la diferencia radical y la brecha en torno al acceso a la educación particular versus la subvencionada por el Estado y más aún las municipales. La educación poco a poco se va transformando en un mercado de consumo. "Las escuelas son indispensables para alcanzar las competencias que exigen una sociedad que use la tecnología moderna"9. Illich sitúa a la institución educacional como un servicio, cayendo dentro de la lógica oferta y demanda, delimitando su accesibilidad, repitiendo lo que sucede en la sociedad de consumo, transformando a la educación como un bien económico al cual se debe acceder. Los objetivos centrales de otorgar una educación igualitaria, para todos los niños y niñas del país, es una ilusión, no sólo por este intento de estandarizar un proceso de aprendizaje y creer que todos los niños poseen los mismos deseos y capacidad de acceder a la educación, aboliendo al sujeto que se implica en el aprendizaje, sino que también legitima que el aprendizaje es el resultado de la enseñanza en tanto instrucción del currículum, borrando nuevamente al sujeto, quien sólo demanda instrucción. "En todo el mundo las escuelas son empresas organizadas y concebidas de modo que copian el orden establecido, ya sea que este orden sea llamado revolucionario, conservador o evolucionista"1o. "La escuela es el rito de iniciación que conduce a una sociedad orientada al consumo progresivo de servicios cada vez más costosos e intangibles, una sociedad que confía en normas de valor de vigencia mundial, en una planificación en gran escala y a largo plazo"11. Entonces, como premisa general, Illich sostiene que el crédito de la escuela como proveedora de servicios educativos de calidad para la población en su conjunto descansa en una serie de mitos, los cuales se hacen realidad a la hora de pensar en una institución escolar y asociados a la experiencia de la Compañía de arte circense 4sociales. 8 1. Illich, Un mundo sin escuelaJ, l\léxico D,F.: Nueva Imagen, 1977, p. 10. 9 1. Illich, La sociedad desescofarizada. México D.E: Joaquín Mortiz editores, 1975, p. 86. 10 1. IIJich, ibid, p. 10. 11 1. Illich, ¡bid, p. 15. 65

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