Salud mental y contrainstitución

lograr que los niños ingresaran a las actividades, "en un momento comenzamos a gritary llamarles la atención para que se comportaran y pensamos que lo mismo pasaba en la sala y no queríamos que sea ast', "les dije que yo estaba aquí durante una hora y media, que me podían preguntar todo lo que quisieran del circo" apostando por la organización por parte de los niños. Así, a 10 largo del tiempo se observó una autorregulación, que dio inicio a la proyección del taller. El coordinador logró despojarse de un rol de supervisión y control en la adquisición de un aprendizaje y conocimientos, desmarcándose de la percepción y posición de un educador tradicional. Algo de las propuestas de la autogestión pedagógica aparece en el quehacer de esta compañía. El rol del coordinador del taller fue fundamental en la transmisión y fomento del deseo de aprender, generando un espacio de reflexión y escucha acerca de las necesidades e intereses de los diversos participantes e incentivando el diálogo en función a las prácticas circenses. "Mi experiencia en las artes circenses está destinado a niños y niñas. Enfocados a enseiíar técnicas básicas y avanzadas de circo, como también estimular a la buena calidad de vida y salud, por medio de juegos, acondicionamiento físico y ejercicios técnicos. Además favorecer la expresión de ideas, sentimientos, opiniones, a través de diferentes técnicas de expresión corporal, ayudando así a un adecuado desarrollo de la personalidad de los alumnos aumentando su autoestima y compromiso socia!,3. La institución escolar poco a poco fue cambiando la percepción del taller para niños conflictivos, en la medida en que lograba restituir aquello que para la institución es relevante: mejores calificaciones y adaptación a las normas de la institución. Esto da cuenta del discurso que circula en la escuela, en el punto que mientras los niños ingresen a los parámetros esperados, posicionándolo en un lugar de no conflicto para la institución, el taller también se sitúo en otro lugar de mayor validez para la comunidad escolar. El proceso educativo en Chile se encuentra caracterizado por una pedagogía tradicional, la cual posee lineamientos generales tales como: las clases son expositivas y dirigidas por el profesor de aula, las decisiones en torno a qué contenido enseñar son tomadas por éste en coordinación a los planes y programas preestablecidos, imponiendo al alumno el contenido a trabajar, relegando a un segundo plano los intereses individuales como también grupales, pues son más importantes los contenidos de las materias o asignaturas. El conocimiento adquirido se reduce en una calificación numérica, a través de una evaluación con preguntas desde el evaluador. Los reglamentos 3 Declaraciones Compañía de Artes Circenses 4 sociales, 2009. 62

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=