Salud mental y contrainstitución

PRESENTACIÓN Horacio FOLADORI La compilación de trabajos que aquí se presentan aborda una temática compleja, porque articula la producción de subjetividad con los movimientos de! poder. Hace ya años que los trabajadores de la salud mental se han formulado la pre– gunta ¿qué instituimos cuando trabajamos? Este interrogante, realizado desde el lugar de la salud mental, es decir, desde una práctica de la subjetividad, pretende visibilizar un cierto hecho. Aquel que aparece como efecto no previsto, no planificado, ni siquiera supuesto de una práctica profesional que define su finalidad en términos de intervenir para mejorar (tanto como objetivo del procedimiento como efecto no buscado del mismo) la salud mental de aquel que demanda atención. Ya que la persona es sometida a un dispositivo diseñado por el técnico, corresponde entonces preguntarse por los alcances, por los efectos ya no del procedimiento psicoterapéutico empleado sino por los efectos del dispositivo diseñado para hacer posible el trabajo psicoterapéutico. En esta línea de pensamiento hay que reconocer cierta ventaja que llevan los pedagogos y maestros cuando se interrogan sobre el "currículum oculto" en las enseñanzas que imparten. Porque los implícitos de una práctica también son productores de sentires, de conocimientos y de actitudes, vale decir, también producen sentido, y constituyen aspectos significativos en los procesos de formación. Muchas veces lo implícito es más determinante que lo explícito. Estos desarrollos han sido fecundos para abandonar e! torremarfilismo de los trabajadores de la salud mental que muchas veces disocian e idealizan sus teorías, sus metodologías, sus dispositivos, en suma sus prácticas, con el consiguiente efecto de desconocimiento que se produce sobre las mismas. Desconocimiento de efectos políticos que las mismas prácticas conllevan. En este caso se ha partido desde e! otro lado. El modelo institucional estatizado, y por tanto dominante, es rico en la producción de sintomatología variada. La institución oficial, la que tiene aspiraciones hegemónicas y sobre todo desde el taylorismo que ha ido contaminando la casi totalidad de las acti– vidades productivas del sistema\ es responsable de un cúmulo de patologías nuevas, descritas por varios autores. Se puede entonces sostener que la manera de c. Dejours, Trabajo y desgaste menta/o Buenos Aires: Lumen, 2001. 7

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