Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

1 8 9 -- 10 11 12 1 J 14 15 16 11 Op.cit.loc.cit. Mayores antecedentes de esta tipología se encuentran en el trabajo de la misma autora "Género y movimientos socia les en América Latina". Por su lado E. Jelin definirá otra triada de movili zaciones de mujeres: en primer lugar, las afincadas en el papel fam iliar tradiciona l, en la cual distü1guedos tipos: las vinculadas con la reproducción cotidiana, y las ancladas en el rol materno (madres de desaparecidos). En segundo lugar, las acciones vinculadas al rol laboral ( luchas sindicales) y en tercer lugar: los movimientos femi nistas. En "Más allá de lo público y lo privado. Reflexiones sobre la participación social y politica de las mujeres de clase media en Ci udad Satélite": 198. Op.cit:201 He tomado estas nociones de la obra de Carlos Cousiño y Eduardo Valenzuela. Ellos definen la modernización " ...como un conjunto de procesos de racionalización que tienen lugar eo el ámbito de la cultura, de la sociedad y de la personalidad" y al " ...hecho de que el vínculo social deja de estar fundado en la cultura, para descansar ya sea en el orden institucional o en la integración operada por mecanismos sistémicos" (21). Por sociedad tradicional los autores entienden " ...aquélla en la cual el viDculo social se encuentra fundado pre-reflexivamente en la experiencia originaria de sociabilidad que hemos intentado captar en el concepto de "presencia"'"(42). No es extraño que en las grandes nove las chilenas la casa sea un argumento central , e l espacio donde transcurren los relatos, el lugar desde donde se a:rma el universo narrado. Me refiero por ejemplo a Casa Grande de Orrego Luco, a Casa de Campo de José Donoso, a la Casa de los Espíritus de Isabel Allende, a La Amortajada deM. Luisa Bombal. Porotro lado, la casa enChile fue durante elsiglo pasado y comienzos de éste el lugar donde se reunían los políticos, se efectuaban las tertulias cultura les y los Clubes de Lectura de Señoras (que serán e l anuncio del movimiento sufragista). Por otro lado, durante la dictadura la casa fue el espacioprivilegiadode la vida social opositora yel espacio obligado de reunión: los largos ai'ios de toque de queda implicaron a las personas estarmayor tiempo vo lcadas hacia el interior. Esta construcción se deriva de nuestra historia de mestizaje y colonización en donde prevalecen uniones " ilegítin1as" - tanto desde el punto de vista indígena como español- que dan lugar a núcleos familiares en donde la madre es presente y el padre es ausente; la madre aparece como e l único referente de la identidad. Por otro lado, en el ámbito de la cosmovisión el mestizaje cultural privilegió la imagen de la Virgen Madre (sicretizada con divinidades femeninas indígenas) la que eclipsó a Cristo (y a otras divinidades masculinas indígenas)(Cf. Madres y Huachos.Alegorías del mestizaje chileno.). Esto se evidencia en que esa maternidad puede o nó ser biológica. La profesora-madre; la enfermera- madre y todas las maternalizaciones de las profesiones femeninas muestran que esta categoría es construida en la cultura (para mayores antecedenentes consúltese e l trabajo de la antropóloga Marcela Lagarde). Tal como lo entienden Octavío Paz y Pedro Morandé. Cousiño y Valenzuela:76. Usamos este concepto en el sentido que lo util iza Jme lda Vega. Una excepción la constituye e l trabajo de Michele Mattelart "Chile: the femenine version of the Coup d'etat" en Sex and c/ass in Latín America, Ed'itado por Nash & Safa en 1986. Una de las consignas era "La Tencha nos decíaque Allende no servia", indicando así la falta de "potencia sexua l" del Presidente. 91

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=