Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje
discurso y en la acción política. Es así como a principios de la década del setenta, eo el periodo de la Unidad Popular, un período en que se intentó la transformación de las estructuras econónúcas, sociales y culturales, una parte de la población - de orientación derechista- comenzó a utilizarun discurso endonde prevaleció la ideade la desttucción del orden existente por la instaw·ación del "caos n1arxista". Se cuenta conmuypoco estudios en profundidad sobre las n1ovilizaciones de las mujeres de derecha y su peso en la consecusión del Golpe de Estado 17, no obstante es posible restituir algunos hitos importantes como lo es la formación del Poder Femenino (organización que apeló a la mujer como madre) -y su lucha orgánica contra el gobierno de Salvador Allende-, y las marchas y los actos sinlbólico-políticos que esas mujeres realizaron. Hay dos grandes dominios que podemos ver en escena: el primero, el de las marchas de las ollas vacías y el segundo, el de la interpelacióna losmilitares como último reducto de "virilidad" ymasculinidad. En el prinler caso se inaugura un modo de protesta que arranca desde la casa, desde el espacio ocupado por la madre, que se derrama hacia la calle con el uso de sus utensilios domésticos que se trasladan a lo público. La utm lizacióndel "ruido do1néstico" como lenguaje no articulado y difuso que se desborda fuera de la casa y copa la cal le, da cuenta de la operatoria de un mecanismo de representación que funciona más que como argumento reflexivo cotno argutnento de la emoción y de la cognición. El ruido de las cacerolas vacías es el tu ido-lenguaje de la insubordinación de la 1nadre an te la amenaza del caos. Si la madre protesta es porque su propio orden (el cotidiano) está cuestionado. Un elenJento constante en el discurso público del Poder Fe1nenino fue la pérdida de masculinidad de los hombres, de los políticos, que dejaban que el "caos marxista" arrasara con la patria. Incluso el propio Salvador Allende era representado como un "impotente" 18 , los carabineros quereprimían susmarchas eran caliificados de homosexuales. De ahí, entonces, que ellas impugnaran a los núlitares, incluso arrojándoles 1naíz en las puertas de sus casas, en tanto madres que -como lo expresan en un famoso poema- no hablaban al uniforme ni a las charreteras, sino al hombre, al "1nacho" que no debía ser cobarde. Por ello, el militar, el "guerrero' ', aparecerá co1no el símbolo de la virilidad, el único que, junto a las n1ujeres-n1adres, puede luchar contra el caos 19 • Una vez que el Golpe de Estado trajo consigo la instalación del reginlen militar de Pinocbet, el Poder Femenino se "disolvió" en el Voluntariado Femenino y el discurso público se preñó de una exacerbación de larelación femenino-madre. Las mujeres debían asumir ahora el rol reflexivo de "refundar la patria" procurando " ...entender y asumir los sacrificios que ésta le inlpone cumpliendo con su objetivo de mantener viva, a través de sus hijos -los jóvenes- a la patria. Mujer y FuerzasAnnadasestán indisolublemente unidas mediante un vínculo espiritual que les permite gestar, mantener y proyectar la Gran Familia Chilena" 2 º. 82
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