Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje
Deseo insinuar algunas posibilidades de interpretación que podrían, eventualmente, conformar un camino para la comprensión de este tipo de constitución de identidad de género y senderos virtuales de superación de la misma. Estas ideas arrancan de los postulados de René Girard en cuanto a que el nacimiento de lo sagrado supone en sus inicios una víctima, un chivo expiatorio (por tanto la noción de persecusión) y un sac1ificio que hará, posteriormente, a esa víctüna sagrada. Desde este punto de vista lo sagrado está ligado a la violencia. En palabras del autor: "La conjunción perpetua en los mitos de una víctima muy culpable y de una conclusión simultáneamente violenta y liberadora sólo puede explicarsemediante la fuerza extraordinaria del mecanismo del chivo expiatorio. Esta hipótesis, en efecto, resuelve el enig,na funda1nental de cualquier mitología: el orden ausente o comprometido por el chivo exp iatorio se restablece o se establece por obra de aquel que fue primero en turbarlo. Sí, exactamente así. Es concebible que una víctima aparezca como responsable de las desdichas públicas, y eso es lo que ocurre en los mitos, al igual que en las persecuciones colectivas, pero la diferencia reside en que exclusivamente en los mitos esta misma víctima devuelve el orden, lo simboliza e incluso lo encarna" 19 • A partirde estos planteamientos podríamos leer las aproximaciones que he1nos expuesto, sobre las identidades de género, asumiendo que en el sustrato cultLu·al latinoamericano las mujeres sonvictimizadas, y que ellas se asumen ,corno víctimas toda vezque su identidad arranca de una cosmovisión endonde predomina lo femenino-sagrado .Explíque111osnos. En el caso del mito de laMalinche es claroque la acción femenina provoca lamuerte (del imperio azteca), por ello Malinche debe ser condenada (ser víctima, ser sacrificada). Por extensión, las mujeres - dentro de ese imaginario- serántransformadas en víctimas: laviolencia contra ellas es legítüna, socialmente, puesto que son causa de un desorden. Corolario de este pensamiento es la erección de la víctima en objeto divinizado, sagrado: el culto a la Virgen Madre. De este modo, las mujeres en la cosmovisión mestiza serían sujetos de una identidad emergida de un doble movimiento: por un lado, el de la trasgresión, y por el otro el de la victimización y el consecuente sacrificio. Esejuego de fuerzas se resolvería en la constitución de cada mujer como una Madre espejo y reflejo, a su vez, de una divinidadmaterna que evoca el sacrificio y, por tanto, la violencia arcaica que la hizo sagrada. Esta mirada en torno a las identidades del género femenino tendría como sustrato una noción de las mujeres como entes pw·amente sexuados, cuerpos carentes de otro contenido que no sea su mera posibi lidad genésica. Es por ello que las transgresiones al orden están sie.mpre vinculadas a la sexualidad y su resolución (sacrificio) en la maternidad sagrada: es divina la madre real y la sobrenatural. Desde estas sugerencias no es extraño que las identidades y las autopercepciones femeninas sean relacionales, ancladas en el mito y en el rito, en los S5
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=