Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

el pri1nero con el conqujstador y la segunda con la 1nujer indígena violada 5 • En sus orígenes el sujeto mestizo se percibiría con10 fruto de una deshonra, la cual será entendida como una traición (la de la madre india que "se deja" violar por el español). De allí que el mito de la Malinche traiga a escena la relación problemáticadel hombre latinoamericano con lo femenino (la mujer "chingada" o violada en términos de Octavio Paz). Por otra parte, la leyenda de la Malinche haría aparecer la noción de lamujer como objeto de intercan1bio (es venruda por sus parientes co1no esclava a los 1nayas, y luego es "regalada" por éstos a Cortés). Ella será en el relato primeramente un objeto y, posteriormente, al actuar será un sujeto; pero cuando lo es se transforma en"traidora". Para la autora laMalinche " ...habría quedado en el absoluto anonimato si con la inteligencia y fidelidad al amo que la elevó a la categoría de señora no hubiera contribuido a la ruina del poderoso in1perio azteca•>6_ La condena de la Malinche se afinca en una época de nacionalismos y de búsqueda de la identidad mestiza: la mirada nostálgica al pasado indígena hace que éste sea glorificado y purificado y la Malinche culpada. Para Palma, ni autores como Galeano (en Memorias del Fuego: los nacimientos) pueden escapar de esta lógica de comprender a lo femenino como traición. Así, la desgracia arquetípica del mestizo se explica por la maldad deunamujer (la caída del imperio azteca por el poder diabólico fe1nenino) 7 • El otro punto problemático del mito es que la Malinche debió haber sido v iolada y pennanecer con sus hijos (como la mayoría de las 1nujeres indígenas). Ese sufrimiento la hubiera redimido. Sin embargo, ella se queda con sus vástagos y al mismo tiempo no renuncia a su amor por Co1tés. La autora concluye que el inundo mestizo no ha podido integrar lo femenino, pues no ha logrado aún reconciliar pasado y presente, valedecir no ha superado el "trau1na" de ser producto de una violación; por ello hasta hoy día lo femenino permanece como estereotipo de lo "chingado". Como corolario, las oposiciones conquistada/conquistador aún permanecen, así como la violencia asociada a ellas. El rechazo a la Malinche (lo femenino) se sutura con la exhaltación a laVirgen. Desde nuestra óptica la lectura que ofrece esta visión de los géneros y la cu ltura mestiza reproduce el juego de oposiciones bien/mal; María/Eva; puro/ in1puro, tradjcionales de la cosmovisióncatólica. La MaLinche no sería di ferente a una Eva que se transfonna en suj eto (al desear, trasgredir y seducir) y condena a la humatúdad (hace caer el imperio azteca). La propuesta de matiizcultural desde la cual las identidades de género toman sus elementos es una que supone a lo femenino como lo derrotado, lo abie1to, lo violado, lo conquistado. El modelo sufriente de María es el que estaría en la base de la legitimación social del género-mujer en AluéricaLatina. 50

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