Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

a la vista: para el nacismo los judíos sólo existían en tanto una categoría étnica, por ello su muerte no era objetable, los otros rasgos de su identidad no eran relevantes 2 • Por ello no podemos reducir la identidad de género a una única imagen: ser mujer u hombre, por ejemplo, sinoque sería preciso tratar de percibir el contornodemujeres y hombres habitando un espacio dotado de múltiples significaciones, de las cuales se nutren a lo largo de su vida. Espacio de símbolos, de relaciones, de interacciones entre sujetos, que está teñido por la historia y por su transmisión generacional. Identidades y mestizajes: la densidad social y simbólica de la Madre. En algunos trabajos 3 hemos intentando avanzar en las posibles formas de construcción de identidades de género en latinoamerica, sosteniendo que en nuestro continente existe una cultura mestiza producto de los procesos de Conquista y Colonización. Cultura mestiza que tendría como singularidad la fundación de un nuevo orden y de nuevos sujetos, ya no indios ni europeos, sino hibiidos, cruzados, cuyo nacimiento -real y simbólico- estuvo signado por la ilegitimidad. La hipótesis que hemos sostenido -en una mirada que desde Chile puede extenderse a otros lugares del continente- es que la cultura mestiza está signada poruna "escena original"; escena que, instalada en los 1nomentos fundacionales, se rea1ticula en el tie1npo entregando sus visajes a las actuales identidades de género. Lametáfora históiica de la unión, violentao amorosa, de lamujer india con el hombre español-dentro de una relación " ilegiti1na" desde el punto de vista de unas y de otros-, trajo como consecuencia el nacimiento de vástagos cuya filiación paterna era desconocida. Los 1nestizos tuvieron como único referente de su otigen a la madre, la cual también fue en muchos casos la única reproductora (en el sentido económico y social) de ese "nuevo mundo familiar". Desde esa metáfora fundacional emerge la imagen de la madre co1no presencia y la del padre como ausencia. Y esa es tal vez, la historia de la gran mayoría de los chilenos y chilenas: histotia de linajes truncos, histo1ia de linajes maternos que debieron ser ocultados, pues ser mestizo o mestiza e ra pe1tenecer al lado oscuro, al lado ilegitimo, al lado no-blanco de la naciente sociedadcolonial. Pero, aunque oculto, el pesode la presenciamater en la constitución de las identidades de género se hizo sentir. Co1no corolario de la "escena original"plantean1os que lo femenino será indefectiblemente construido por la cultura mestiza desde el modelo de La Madre, y lo masculino desde el modelo del hijo o del padre ausente. Así, constitución de géneros en donde no se pone en relación a unamujer y a un hombre (a pares en su condición de sujetos), sino a 1nadres e hijos (masculinos ausentes) en una relación filial. 48

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