Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje
MESADEANDOCENTRISMO,AGOST021, 1992 "(Garcilaso) No puede, ni mucho menos quiere, olvidar la lengua india de su madre, que es donde se encuentra el ser huaca de la piedra cuzqueña. Ta,npoco puede olvidar el español paterno. que es donde encuentra el valor de moneda absoluta a que apunta la misma piedra en la otra cultura. A1nbas son lenguas suyas, ambas lo rigen. Y de aquí viene la característica formal central del mestizo: circula interminable- 1nente entre las dos culturas, y no puede suscitar una sin que, de alguna manera la otra, la que desde sie,npre ha estructurado como opuesta, sea suscitada conjunta,nente ". (Jorge Guzmán "Contra el Secreto profesional", p.27) Lamirada que desplegaré sobre el androcentrismo roza laAntropología como disciplina y la cultura 1nestiza latinoa1nericana como referente de una posible escapatoria a la univocidad de un pensamiento masculino y también al reduccionismo de un sistema de ideas fe1nenino como fonna estn1cturante de la cosmovisión social. Sin duda, cuando mencionamos el ténnino androcentrismo, el proyecto global de la Antropología, el"estudio del hombre" evidencia la fuerza de un universal que se yergue como paradigma de la humanidad. Puesto que androcentrismo significa el hombre como centro, la Antropología desde sus orígenes ha puesto como eje de la etnografia (descripción de otras culturas) y de la etnología (interpretación de las culturas) al hombre como fundante de la producción material y simbólica. Ello no sign ifica que la 1nujer no exista y que no haya sido objeto de etnografias y etnologías, la cuestión es cómo se la ha tratado, cómo se la ha pensado, cómo se la ha abordado. Las preguntas anteriores nos llevan a conocer los prejuicios con que la Antropología ha elaborado sus teorías y métodos. Prejuicios que conocemos con dos nombres: androcéntricos y etnocént:ricos. En el primer caso se trata de wlla mirada que. foca lizada en lo 1nasculinocomo principio creador del Orden eli1nina de su campo visual a lo femeni no y su participación igualitaria en la gestación de ese Orden. En el segundo caso, los prejuicios están relacionados con la pri1uacía de los valores y siste1nas conceptuales occidentales. Es decir se ve al "otro" a la "otra cultura" desde las jerarquías, oposiciones y organizaciones sünbólicas de una sola tradición cultural: la de occidente que así se asu111e co1no la donúnan te, la universal, quedando la otra cultura como lo minoritario, lo extravagante, lo excéntrico. Esta hermeneutica androcéntrica y etnocéntrica lleva, como es evidente a una aparición 42
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=