Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

evoque lo mis1no que en inglés, es labor acádemica dotar re-significar o dotar de contenidos a determinados términos y actualizarlos en la comunidad. La legitimidad de los conceptos aparece inmersa en necesarios debates entre interpretaciones distintas, complementarias u opuestas de la realidad. Los planteamientos en torno al reduccionis1no cultural del concepto de género son interesantes, pues dejan de manifiesto la necesruia consecusión de diversas disciplinas para el estudio de sus relaciones. Cn1ce que hará posible elucidar la compleja conexión entre cultura y biología, susmúltiples determinaciones, la plasticidad que la primera impone a lasegunda, las interesecciones entre ambas, etc. La distinción sexo/género no tendría por qué relacionarse necesariamente con un divorcio entre ambos términos, sino más bien con su ca-existencia y representación particular a cada cultura. Tal vez, la apreciaciónpolitica de que el término de género nubla las desigualdades, podría más bien colocarse al revés y leerse co1no la posibihdad de un horizonte que al poner en escena todas las diferencias, podría permitir un aglutinamiento mayor de personas, respetando sus diversidades y contemplando sus problemas específicos. Quizás, la co1nprensióndel concepto de género podría llevara una política que haga comparecer amujeres y hombres en la búsqueda de una sociedad másj usta que tienda a la eliminación de las discriminaciones de género, clase, etnía o edad. Con10 se puede apreciar, el desplazamiento del término mujer al de género supone un descentrarniento del enfoque esencialista y una nueva 1nirada que propicia la diferencia, la rnultiplicidad y la siinultaneidad. Ello, smduda, implica también una nueva forma de encararsu prácticade investigación, docenciay reflexión, y como es evidente, su afiliación institucional. 36

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