Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje
(la maestriade sicología de méx.ico). Seobserva ta1nbién w1a amplia dirección bacia la entrega de post-títulos y poca atención a programas de pre-grado (sólo en Chi le). Así, se puede apreciar una creciente emergenciade los Estudios de la Mujer y del Género en las universidades latinoamericanas. Emergencia que saca a luz una serie de interrogantes y propone algunos desafíos. Entre las primeras está el conocer las diversas estrategias y sus especificidades; descubrir las improntas culturales que las han conformado y escudriñar en la existencia o nó de un carácter latinoamericano en su devenir. No es dificil percibir, por la multiplicidad de formas, que en nuestro continente se han asumido algunos de los debates del pruner mundo sin baber atravesado por el proceso de discusión y por la historiaque los anunó -mimesis de apropiación muy típica de la cultura mestiza latinoameticana. En este último sen tido, estin10 que es relevante hacer un esfuerzo de reflexión teórica y metodológica que haga sentido con la realidad social y económicade nuestros países, situando los Estudios de la Mujer o el Género como paite de un 1novimiento de transformación cultural que iniciaron las mujeres latillorunericanas bace tiempo y al que hoy se suman hombres con la incorporación del concepto de género. Asuruismo es impresc indible acotai· los contenidos implícitos en el uso del concepto mujer y de género, dado que los supuestos que subyacen a ambos suponen, también, modos de unple1nentación específicos. Disgreciones: re-significación de la categoría mujer a partir del concepto de género En las cienci as sociales, y funda1nentalmente en la Antropología 3 , e l término género comenzó a utilizarse a mediados de la década del 70, co1no fiuto de las cliticas y autocríticas a los estudios, investigaciones y acciones con la mujer. El concepto fue tomado prestado del ca111po de la psicología4, en donde se estudiaban las disf11nciones sexuales y se buscaba una explicación, por ejen1plo, del porqué sujetos que presentaban rasgos anatómicos de hombre o mujer, no asu1nía11 las identidades sociales co1Tespondientes a su sexo. Así, se llegó a la conclusión de que era preciso hacer una distinción entre sexo y género, aludiendo e l primero a las características biológicas de las personas y el segundo a los anibutos culturales y psicológicos. La distinción sexo/género fue entonces una gran herramienta para re-pensar e interrogar al desa1Tollo que, hasta entonces, habían tenido las teorías y las prácticas respecto a la mujer. Antes de que el concepto de género las permeai·a, se manejaban una serie de ideas esencialistas y universalistas para explicar la condición y posición de las 111ujeres en las sociedades. La categoría sociológica LA MUJER, fue revisada en tanto categoría homogenizante, general, 32
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