Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

con1prender los cambios y sus consecuencias. Criticará el uso del paradigina rnoderno/ tradicional para analizar la situación de las 111ujeres en las sociedades del Tercer Mundo, alegando que subyace a ese paradigma la idea de que lo tradicional es estático y que lo "moderno" es dinámico y es lo mejor para todas los grupos (de allí también su impugnaciónn al concepto de aculturación que itnpl ícitan,ente pone corno superiores los rasgos aportados por el colonizador). De este modo se pondrá como eje central para comprender la posición de las mujeres las relaciones de producción, a través de ellas Leacock establecerá una tipología y el papel de mujeres y hombres en ellas, toda vez que esas relaciones (el entra1nado entre producción, distribución, intercambio y consumo) son cruciales para entender las jerarquías socio- económicas y sexuales. Dentro de los enfoques de la construcción social del género se encuentran un sinnúmero de interpretaciones, así co1node debates en relación al tema de la igualdad y desigualdad de las mujeres en las sociedades sinclase; la oposición producción/reproducción, trabajo doméstico/ trabajo asalariado, etc. Se puede decir que el tema del trabajo dentro de la economía capitalista mundial ha sido -y continúa siendo- una de las grandes preocupaciones de esta corriente. Así se ha sostenido, por ejetnplo, que las formaciones sociales pre-capitalistas no son destruidas por el capitalismo, sino que éste las articula en to1no a una nueva esttuctura de produccion. La razón de ello estribaría enque esosmodos de producción representan mano de obra barata, a la cual se le pagan salarios bajos, pues cubren su subsistencia y su reproducción. Esta postura ha recibido críticas, por su generalización y por no considerar los facto res de "resistencia" de las sociedades pre-capitalistas. Estas discusiones han desembocado en la idea que es preciso realizar estudios históricos de la articulación, pues cada formación social es diferente. De allí se desprendió la idea que tan1poco se pueden generalizar los efectos de la transformación capital ista en la n1t1jer. Sin embargo, se sostiene que existirían algunos efectos especiales del capitalismo en la vida de las mujeres, en términos de su impacto en: las actividades económicas dessarroladas; en la divisón sexual del trabajo y en las opciones políticas y sociales. Sobre estos efectos se ha levantando una gran polé1nica; las posiciones más radicales argumentan que elcapitali.srno y el eurocentrismo han implicado el fin de los derechos tradicionales de las mujeres y han debilitado su autonomía económica; otras han arguido que las mujeres nunca tuvieron tales derechos. Sin embargo existe, un cierio consenso en que los efectos del capitalismo en las econonúas de subsistencia, junto a la agricultura comercial y el trabajo asala1iado han perjudicado a las 1nujeres rurales. Así, la agricultura intensivajunto a las nuevas teconologías, la ampliación del mercado, los cambios en la tenencia de la tierra y lamigraciónde los h01nbres, tendrían como consecuencia la discriminación de la rnujer campesina. Esta constatación condujo a la fonnulación de una teoría sobre la feminización de la 20

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