Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje
parecesercon1ún: los e111pleadores discrü11inao entren1apuchey no 1napuche para seleccionar a las personas que laborarán en sus hogares. La joven mapuche que trabaja en la misma agencia y que ha tenido experiencia como empleada doméstica, será enfática en decir que: "Yo creo que no hay diferencia entre las mapuches y las otras, son iguales, tienen la misma capacidad, rinden igual; pero haydiferencias en el trato porque creen que las mapuches tienen menos educación y cultura, y a veces las mujeres mapuches tienen más capacidad, pero es relativo porque hay gente explotadora" De este modo, podemos decir que si bien desde la agencia hay un discurso de igualdad entre empleadas mapuche yno 111apuche, la "realidad" que se vive a la hora de contratar a una trabajadora, es una que discrimina a las mujeres en función de su pe11enencia étnica. Corolario El recorrido que hemos hecho por las 111últiples dimensiones que asume el empleo doméstico da cuenta de queéste, fuera de ser laocupaciónmayoritaria de lasmujeres mapuches, es un ele1nento privilegiado para conocer las formas que asu111en los vínculos entre clases, etnias, géneros y edades en nuestro país. Por otra parte, nos muestra "desde dentro" las complejas interacciones que se producen, las polaridades, las ambiguedades y las contradiccio- nes que entrañan para los actores involucrados esas relaciones entre sujetos posicionados en distintos lugares sociales, económicos y cultu1·ales. Por último, da cuenta de que persiste una concepción y una realización del empleo doméstico dentro de un sistema no-moderno, en donde afectividad y emocionalidad, por un lado, ydiscriminación y maternalismo, por el otro, primarán frente a vínculos contractuales, estatutarios, legales. 153
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