Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

Distinto es el caso de Aurora yNora. Ellas no poseían contactos en la ciudad y acudieron a agencias de empleo. La primera, en Te1nuco, no logra que la ubiquen por no poseer recomendaciones 1ú experiencia laboral. Nora, por su lado, en Santiago, cuenta: "Fui a la agencia, allí llegaban las señoras ymiraban a las niñas, decían: estame gusta. Yo estuve sentada toda una mañana y nadie me miraba. Me fue mal" . Sinduda, el no poseer contactos de parientas o amigas que ayuden en la inserción laboral se traduce en llll problema. La recurrencia a las agencias de e1npleo constituye la primera vivencia de discriminación y el primer sentinúento de soledad para las mujeres que buscan trabajo por primera vez. A través de los relatos sepuede percibir que el verdadero "primer trabajo" para las mujeres es aquel en el que logran asentarse y encontrar una relación annoniosa con los patrones. En muchos casos ocurre que la primera casa donde se entra a trabajar representa una mala experiencia, en donde el abuso y la discriminación se dejan sentir con fuerza: "Tuve que salir porqueme explotabanmucho: me levantaba a las cincode la mañanay a la una de lamañaname acostaba ¡ eramucho! Era el trato de ser pobre y ser mapuche, como que me tenían recelo, todo era separado, para la empleada un plato aparte" (Juana). La marca más Ílnpo1tante, del rito de pasaje que constituye el empleo doméstico, está conceptualizada por las mujeres en el hecho de encontrar un trabajo donde se le acoja como parte de la famiJia. Podría1nos decir que ese será el primer trabajo real , que durará por años, y el que labrará el camino a futuro. Aurora lo expresa así: "Desde el comienzo me miraban bien, ya después pasé a ser un familiar más de mis patrones". Juana narra: "Después de mi mala experiencia conseguí una señora super buena, rne enseñó, me ayudó, o sea me recibió co1no s i fuera de la fa1nilia, de ahí yaempecé atrabajarmuy bien" .Nora, entra atrabajar en casa de unos arabes "Ellos no tenían familia y me queríancomoauna hija,estuve años ahí. Luego trabajé con unos italianos durante seis años, la señora se encariñó conmigo..." Angela, a los 14 años encontró :"Unacasa buena, yo era para entretenciónde las nifias, teníacasi unamisma edad con ellas. Se encariñaron todos con1nigo, yo era una más dela familia. Estuve allí 15 años; después me cambié donde me pagaban más plata, ahí también me fui como una hija. Yo digo que 1ni plimera patrona fue mi mamá-patrona-amiga". Estos relatos nos aproximan a la red de relaciones femeninas que se va tejiendo en el empleo doméstico. Lo más importante es la noción de familia, de una adscripción parental (como hija) , de un afecto (encariñarse). Sin duda, la sensación de ser una "extraña", una "otra", mapuche, pobre, se va bon·ando toda vez que se logra una aproximación humana estrecha y se logran establecer lazos "como de parientes". Es de gran itnpo1tancia constatar que en ningún caso el equilibrio entre las relaciones patrones/empleada pasa por conseguir contratos, libreta, previsión, etc. sinoque se asentará en el logro de un equilibrio afectivo. El " trato", el ser 1nirada 139

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