Palabra dicha: estudios sobre género, identidades, mestizaje

borfandadpaterna; un hijo negado porsupadre y legitimado porsu 1nadre, unhijo huacho, un hijo que no alcanza-simbolicamente- la categoría de varón (Cf. Morandé,El Varón en la Cultura), Entonces, mujeres y hombres se transformaron en la alegoría de madres e hijos o padre ausente, metáfora de las categorías de lo femenino y de lo masculino en la cultura mestiza que se gestaba en la zona central del país. Algunos estudios históricos nos conducen a pensar que la figura de la madre soltera con sus huachos, permanecióen la sociedadcolonial yyaavanzada nuestra vida " republicana". Tanto los trabajos de Rolando Mellafe, Gabriel Salazar y Jorge Pinto expresan la dificultad de referirnos a nuestro "núcleo básico" (la fa1nilia) desde el modelo europeo y patriarcal , y queda claro que la figura de lamater sola es una sombraque cubre nuestra historia con unmanto denso y poderoso. 7 La administración españolatuvo muchas dificultades para "encauzar" la sexualidad(pues en definitiva se trata de eso) denh·o de la sanción matrimonial. La corona española, nos dice Mcllafc " ... tardó muchos años en dar un status jurídico preciso a los nuevos g1upos mestizos emergentes.." (221 ), su ideal fue crear en América una familia católica occidental en donde " ... los blancos se casaran con blancas, los indios con indias, y los negros con negras" (loc.cit) Esto no ocurrióasí y a finales del sigloXVI " ...se nota ya una complicadanomenclatura de castas y de estratos sociales, además de que en muchas zonas el intento de imponer las tradiciones culturales españolas sobre el matrimonio y la familia no había tenido éxito" (222). Al parecer, la "tradición" que se había impuesto era el de una familia fo1mada por una 1nadre y su descendencia. El 1nismoMellafe entrega esta información: "La población femenina indígena, en general, no se opone a este tipo de uniones, porque n1uy frecuentemente el concubinato con españoles, mestizos blancos y de color es la única posibilidad de ca1nbiar de estatus social" (225). Por otra pa11e, co1no puede desprenderse de los estudios de Salazar y Pinto, la economía nlíal y minera del Chile colonial propició la reproducción del huacharaje 8 -como lo trata el ptimero- y trunbién del lacho -co1no lo descubre el segundo-. El lacho 9 de las zonas mineras del norte chico, agrega otro matiz a la familia de w1a madre y sus hijos: el lacho es el huacbo que, desplazado de su espacio natal, "protege" a lamadre soltera, no a una, a muchas según su deambular. El mestizaje al réves: las shiñurras y los ülmenes Si las cautivas mapuches posibilitaron el nacimiento del mestizaje al "derecho", las cautivas españolas hicieron posible el nacimiento de otros mestizos, "revés" de los p1imeros, 125

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