Hacia una historia del ambiente en América Latina: de las culturas aborígenes a la crisis ecológica actual

65 Caravanas de colonos se desplazan en busca del bienestar social prometido y regresan frustrados trayendo enfermedades como son la tuberculosis, malaria, mal de Chagas y otras que se creían ya erradicadas en Río de Janeiro y Sao Paulo. La zona devastada comienza a ser conocida con un paradójico nombre: “el desierto rojo del Amazonas”. La repercusión de la devastación ha modificado el régimen de lluvias, acelerando el desbordamiento de los ríos. En febrero de 1979, las inundaciones provocaron en varias regiones más de 200 muertos y 200.000 damnificados. Debido a la destrucción de los bosques, miles de toneladas de tierra se acumulan en los ríos, que las transportan en época de lluvias. El ingeniero alemán Arthur von Treufenis, que trabaja en Paraná, ha demostrado que las lluvia son cada años más violentas y espaciadas, porque al eliminarse los bosques, la barrera vegetal contra los vientos desapareció, facilitando la violencia de las tempestades . 81 Para esta explotación de la selva amazónica, “se optó –afirma Fernando Henrique Cardoso- por concentrar enormes masas de recursos fiscales en manos de grandes inversionistas privados. El caso más conocido de inversión extranjera es la Jari Forestal e Agropecuaria, que posee 1.5 millones dehectáreas, con cerca de 12.000 kilómetros cuadrados y, potencialmente, 36.000 kilómetros cuadrados. Su propietario ya invirtió allí cerca de 200 millones de dólares; y la inversión global (proyecto agrícola) es de cerca de 300 millones de dólares. El proyecto industrial (incluidas usinas eléctricas y elaboración de celulosa) es de 400 millones de dólares. La administración del proyecto se hace en estrecho contacto con el gobierno, a través de militares retirados, que recluta la empresa.... A pesar de la protesta de ecólogos y antropólogos, los bosque no fueron protegidos ni las poblaciones indígenas beneficiadas. Señalemos que todavía existen allí grupos indígenas sin contacto con otros pueblos, situación sin parangón en la superficie del planeta y de enorme significación cultural. Pero nada de esto se considera con la debida seriedad... Como la ‘Amazonia es grande’, la selva se va destruyendo mientras se discuten las consecuencias ecológicas y sociales de los ‘grandes proyectos’, que muchas veces utilizan mano de obra semi-forzada y siempre, por la naturaleza misma de la tarea de penetración en la selva, aplican una rudeza extraordinaria en la utilización del trabajo humano. La rapidez de la penetración en la selva puede ser intensa. El mercado mundial para las ‘no coníferas’, que son las maderas de los árboles de selvas tropicales, crece muy aceleradamente, mientras decrece la oferta. Se calcula que las selvas del sudeste asiático durarán más o menos entre 27 y 30 años, y las africanas entre 13 y 30 años, y son éstos los principales proveedores. Existe, pues, un amplio mercado para las maderas amazónicas... A despecho de las declaraciones oficiales y de los informes, y a despecho también de los recursos técnicos disponibles, lo cierto es que la forma de incorporación de la Amazonia deriva de una economía oligapólica internacionalizada, que tiene en el Estado (con todas sus contradcción y conflictos una palanca básica para la acumulación rápida ”. 82 Contaminación del aire A pesar de las medidas que dicen haber tomado los gobiernos latinoamericanos, es un hecho objetivo que la contaminación del aire ha llegado a una situación crítica en la mayoría de las grandes ciudades. 81 El Nacional , Caracas, 7.2.79. 82 Fernando H. Cardoso, “Perspectivas de desarrollo y medio ambiente: el caso de Brasil”, Revista de la CEPAL , núm. 12, diciembre 1980, p. 130-131.

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