Hacia una historia del ambiente en América Latina: de las culturas aborígenes a la crisis ecológica actual
48 demostrado en otros trabajo s 60 que la encomienda de servicios reflejaba relaciones más esclavistas que feudales. El indio “no elegía” al señor y no establecía vínculos de vasallaje, como el siervo del medievo. El indígena encomendado era más explotado que un siervo, sobre todo en la encomienda de servicios. En rigor, la encomienda estableció una relación precapitalista entre las clases, no necesariamente feudal a pesar de su apariencia, sino más bien esclavista en su contenido, al servicio de una empresa con fines mercantilistas. Estas formas de explotación de la energía humana produjeron grandes beneficios a los colonizadores, pero provocaron una drástica disminución de las comunidades indígenas que estaban integradas a los ecosistemas. CAMBIOS DEMOGRAFICOS Durante la colonia se produjeron cambios significativos en la población. El número de indígenas disminuyó en forma drástica a una cifra no debidamente evaluada aún por los investigadores. Los aborígenes murieron por millones no sólo en los enfrentamientos con los españoles sino también por las epidemias y los trabajos forzados en las minas y plantaciones. En Chile, se calcula que a la llegada de los españoles había de medio millón a un millón de indígenas. Las guerras, la explotación en las encomiendas y las epidemias de tifus en 1554-1557 y de viruelas en 1590-1591 redujeron la cifra a 200.000 aborígenes, aproximadamente. El cruzamiento de españoles con indias produjo una revolución demográfica, expresada en el extraordinario crecimiento de la población mestiza, que a partir del siglo XVII comenzó a desempeñar un papel preponderante como mano de obra. Los empresarios españoles, ante la crisis del régimen de la encomienda, tuvieron que recurrir a los mestizos para cubrir sus necesidades de mano de obra. Sin embargo, esta nueva energía humana no podía ser sometida al anterior régimen de esclavitud disimulada que se había practicado con los indígenas en las encomiendas. Para ganar estos brazos que tanto necesitaban, los patrones se vieron obligados a implantar nuevos regímenes del trabajo como el asalariado, el inquilinaje, la aparcería y la medianería. Esto significaba la introducción de nuevas relaciones sociales de producción, que expresaban el surgimiento de un capitalismo embrionario, dependiente del sistema capitalista mundial en formación. Los mestizos, que a finales de la colonia eran el sector mayoritario de la población en numerosos virreinatos, gobernaciones y capitanías generales, 60 Ibídem , tomo II, cap. I. Además, América Latina ¿feudal o capitalista?, Santiago, 1966.
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