Hacia una historia del ambiente en América Latina: de las culturas aborígenes a la crisis ecológica actual

33 una reserva de víveres para el período que transcurre entre la siembra y la cosecha. De ahí que ni la agricultura primitiva ni la crianza de ganado pudieran adoptarse inmediatamente como principal sistema de producción de un pueblo. Aparecieron por etapas, consideradas en principio como actividades secundarias respecto a la caza y a la recolección de frutos, complementándose durante mucho tiempo con ellas” . 31 Durante la primera fase de los pueblos agrícolas se mantuvo la organización cooperativa del trabajo. La solidaridad social era fundamental. “Describiendo las costumbres de los indios de Cape Flattery (Estado de Washington, USA), James Swann declara que todo aquel que ha producido abundantemente alimentos, sea quien sea, invita habitualmente a una serie de vecinos o miembros de su familia para consumirlos con él. Si un indio ha reunido suficientes reservas de víveres, está obligado a dar una fiesta que durará hasta que se hayan agotado estas reservas. ” 32 Todos cazan, recogen leña, construyen chozas juntos, limpian senderos, roturan nuevos campos. Todos conocen profundamente el medio natural: clima, suelos, ríos, fauna y flora. “El primer problema con que se enfrenta la agricultura primitiva es el de la roturación periódica de las tierras vírgenes, roturación realizada en común por todo el poblado, como testimonian los ejemplos de pueblos que continúan hoy en ese estado de desarrollo, y como lo celebran antiguas canciones chinas. En el marco de la organización cooperativa del trabajo, es lógico que la tierra laborable, roturada en común, sea propiedad comunal y se redistribuya periódicamente. ” 33 El regadío artificial aceleró el proceso de producción agraria, constituyendo, con los primeros barbechos, el factor decisivo en el cambio de la técnica agrícola. Los indígenas construían terrazas o andenes hacia donde dirigían las acequias que abrían desde los ríos o las laderas de las quebradas. El riego artificial sobre terrazas escalonadas se practicaba en toda la zona andina, desde México hasta Chile, lo que revela una importante organización social para el cultivo. En los Andes venezolanos se introdujo a principios de nuestra era el cultivo en terrazas o andenes. Nuestros pueblos no alcanzaron un mayor avance agrícola porque les faltó una herramienta decisiva: el arado. La agricultura parece haberse desarrollado en nuestro continente al mismo tiempo que se efectuó la domesticación de los animales. En estas sociedades tempranas, agricultura y domesticación de animales evolucionaron en forma paralela, aunque algunos sostienen que la primera ha precedido a la segunda. Sin embargo –dice Childe- “una corriente etnográfica sostiene que la cría deriva directamente de la caza, sin intervención del cultivo. La agricultura mixta se debería a la conquista de los cultivadores por los pastores... Pero las sociedades neolíticas más antiguas que se conocen, se componen de agricultores mixtos que ya han domesticado algunas o todas las bestias”. 34 E n todo caso, no se registra ningún pueblo cultivador que se haya transformado más tarde en pastor. Por el contrario, son frecuentes los casos de pastores trashumantes que se han convertido definitivamente en agricultores. 31 E. Mandel, op. cit., tomo I, p. 27-28 32 Ibid ., tomo I, p. 31. 33 Ibid., tomo I, p. 33. 34 Gordon V. Childe , Qué sucedió en la Historia , Buenos Aires, Editorial Lautaro, p. 56.

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