Cosmografia o descripcion del universo

- 27 - ~ualcp1icr punto fijo de la c:s~era por el meridiano celeste de Jt\. i· t"'f tr;íusíto s11cc::;ivu <ld mi,.uLo pm1to por el meritliano celeste de B, ex.- pre.sará la lonjitutl ele B. Ahora bien: supongamos que mis obser- vacio1!CS me c!t..i a conocer el moruento de un tránsito <le! equinoccio por el n1eridiano celeste de B. Si yo logl'o poner ea B un re!oj si- deral a1n glatlo al meri<l;ano d~ A, la hora que éste señale en aquel pteciso mc1nent o ser,\ la Jonjitnd de B, cspresada en horas. Enje- neral, el adelanto de la hora sideral de .A. sobre la liora sideral d~ B será en cua!c111¡er mmncuto dado la lottjitud <le B. E s e, iuente < 1ue para las averiguaciones de las lonjitudcs terrestres no es necesa rio reducir el t iempo solar al sideral. Porque, jeneral- mente, sabillo t>l tiempo que gasta nn astro en describir un cÍ.rc11lo completo al rededor ele! f".iC celeste, atravesando toclos los meridia- nos de h esli:ra en áugulos rectos i movién<lose en toda su caircra con veloci<lacl uuiJ01me; si podc1nos averiguar el tiempo que ese astro ¡;a~la en de-scrihir el arco intercepta<l.o por los meridianos de .A. i B, ¡.,odrémos dete1ruinar la diferencia de Ionjitudes entre A i B por me- dio de esta proporciou: el tiempo consumido eu el círculo es al tiem- 110 consumido en el arco, coruo 3G0 es a lacliferencia de lonjitudes, c!'presada en g1-a1los, o como 24 es a la misma diferencia, espresada c·n horas. ~I ídase pues el tiempo en horas siderales, o en horas so- hu·e::: medias , t¡ue son las que corresponderían a1 movimiento unifor- me del sol en la esfera celeste, el núntero tle unas u otras que segas- te en <lescrihir el arco interce1ltado, espre~ará inmediatamente la di- ferencia de lonj itudes. Tc,<lo se re( 1 ucc en realidad a saber c11 un 1nomento dado la di- f<.>rcncia de tiempos locales, mediuus por revoluciones nniformes al ret1,,c.Ior tlel gloho terrestre. Lo que importa es fijar el momento pre- ciso de cua 11111i,,r fenÍ►i.1c110 celeste, 1·e,erido a los varios tien1pos lo- - cales. F~l trá ,si to del ec1 •inoccio por cuaJquier meridiano celeste es un fenúmeno <:01,10 otro cualquiera, cor:.:o ve1 b i gracia., la ocultacion el!" tal o cual eslrei!a. <lcir&s <lel disco de la luna, o con10 un edip- !:lf' de sol o e.le luna o ele un satéEte de J (1piter, fenómenos ele que hai tablas q11e coa muchos años de anticipaciou a11uncian el mo1uen- to preciso en que suceden relativamc1~tc a un 1neridiano <lado. Su- l'ºngamo~, P' es, que U!I viajero colocudo en B a una distancia cual-

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