Cosmografia o descripcion del universo

146 - uas e i<lus, se lhunaLa pi iclic cale11das, p ridic 1io11as, p n clfr idus .En los años bisic:::;tos :.e intercalaba un día dei<purs dd ~<·.1 to e-a- leudas 111artias, que era el 24 ele febrero, i este dia intnca 1 nr H ' lla- m6 bis sexto cuü.:11das martias, que corrc::-poncle a nuc:.1ro 25 de fe- brero en esos años. .El non1bre de los dias de la semana nos ha Yrnido taml,i< n de los roinonos: {úncs es el día de In luna, 111árt,s el <lía <le l\1<11te, 1niércoles e l día. de Mercurio, jue1.·es e l de .Júpiter o J o, I', t ·iú 1H'S el de Vénus: exeeptúanse e l dr1111iugo (domiuita, día d( l Sf íior), Hamado án tes <lía del sol; i el tábado (s abbai um, <l ia ~fptimo c.!c la Sl:mana entre los judíos), llamado ántes clia de Saturno. Pero ot1 as uaciones conservau las de1101niuaciones romanas, traducidas o adopta - dai::; como los ingleses, que llaman al domingo sunday ( día del ~ol), a l jueves thursd(ly (día tlc 7'/wr, que era, el J í1 pit<'r de la mitolo- jíu escandinava), a l sábado salnrday, (dia ele Saturno), <.\:c. Como el pcrío,lo i:,emanal o hehdomarario es in::.tilncion hehraic-a i no romaua, parece a prin1era vbto est.raiío que se hubirsen da- do a los ,lías de la semana los nombres de los siete astros c¡uc los romanos contaban en el número de sus divinidades. La causa es cu- riosa. Cada una de esas cli,,iniclades presif1ia sucesiYam<>ntc a las doce horas del día i de la noche, en el órden sigui<'ntC' : ~ai11rno, Júpiter, ~!arte, el Sol, Vénus, l\lerc111 io, la Luna. C1mf'nzanilo a. contar la primeia !tora de un día por Saturno, i si!!uicndo hasta completar las 24, la primera hora clcl dia siguiente tocaba a l b ol; la primera hora del día tercero a la Luna; la del clia cuarto a !\Iar- te; la dd din tiuinto a ~Iercurio; la del día sexto a J úpiter; la del séptimo a Vénus; la del octavo otra vez a Saturno; la dt'I no, eno al Sol, &c. Rt' sult6 así un período septenari o que pudo concilian.e perfectamente con el heLrc-o, i dándose a cada día el título de la divinidad que prE>sidia a su primera hora, vinieron a que<lar los nombres de los dias de la semana en el 6rrl e11 que hoi ticnf'n. El calendario de la revolucion francesa, asociado n hechos hist6ri- cos que no se olvidarán jamas, merece tambien ser conociJo. La Convencion N acionaJ, por decreto de 5 de octubre de 1703, sus- tituyó al calendario vulgar otro nuevo. Segun él la era de los frauceses principiaba el 22 ele setiembre de 1702 de la era vul-