Cosmografia o descripcion del universo

- 131 - Jaba c¡uc- en una faja e.le dos g;rados ele ancho ha bian pn.'-ado a s11 Yi ,.ta cincuenta nlil cstrC'Uas_ durante uno. hora ele obserYacio11. 1'an con<lf'nsa<las se prc:.cntau en algunas partes. Pare<'e, pues, r¡11e las es trellas no cstan dcnmuadas índifercnt.c1nente sohre todo el espacio. Nuestro sol con la Tierra i los demas planetas que le rodean, ei.tá coloc,tdo acia el centro de una cava o firinamcnto de estrellas, que proyectado al re<ledor sobre la estera celuste, nos presenta un vai.to anillo que llamainos via láctea. En efecto, suponie11do w1 nú- mero incalculable de estrellas de diferente magnitudes i a diversas clistancias, entre dos planos paralelos de extension indeterminada, siendo nuestro sol una ele ellas, es preciso que las mas distantes se nos proyecten como una zona anular en el cielo, al paso que hs cou1pal'ativamente cercanas nos aparecerán dei-ramadas en to- da,, direcciones sohre la vóveda celeste. La lejanía de las primc'- ra1-1 las hará confundirse i peroerse al cabo en una especie <le luz nebnlo,-a, oscura o clara a trecl10s, segun se acumulen mas o n1énos c,11 la perspectiva los luminares que la componen. Las otras, al corr- trorio, se nos mostrarán d iseminadas i l;Olitarias. S11pongamos ahora que acia el Ingar que nuestro sistema. planetario ocupa, la capa o fir111amento de estrellas de que hablarnos, se divi- da en dos. ¿N'o será necesario que la,proyeccion an1ilar aparc:r.- ca hendida en dos l6minas por casi la 1nitad de s u circunferencia? N ue:-tro sol no· es pues 1nas que uno ele los millones de millo- nes de sol<>s de c¡ue ,;e compone la vía láctea; un grano <'ll la ar<>- na dorada de esta magnifica zo11a. P ero ¿qné dirémos a l saber y_ue esta fia lf.ctea tan grandiosa i n1agnifica no es mas que una de tres 1nil Yias lácteas semejan- te~ ) a clesc·ubiertas i contadas, fuera ele otras mas remotas que apé- nas pueden colun1hrarse, i que probablemente solo aguardan a q11e se aumente ma¡¡ t:l alcance del telescopio, para resolvP.rse ele la mis- n1a 1na11era en inn1ensos agregados de luminares sepa!-aclamPnte per- eept ihl<"s? Entre estos 6rmamentos ha descubierto Sir J olin Ffer- schf'l uno que en su estn1<'t11ra se a!'lcmeja mucho a nuestra viu lác- lf'a, porque se nos muestra bajo c1 mismo aspecto qufl esta pre- sentaría a los hahitantes de otra lejana rejion del cido.

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