Cosmografia o descripcion del universo

- 110 - 2. Las 1nismas consideraciones pueden aplicar:1e a los otros sntí•l1h•s. 1;s verosímil que todos ellos pesen, graviten, ada sus planetas ¡ni- 1na1ios, como la luna acia la Tierra. I presentanrlo feuómPnos aná- logos el movimitmto de los planetas , es de creer quo estos pe:-an del n1i:-mo modo acia d sol, jirando al rededor del gran lumi11ar etano otros tantos satélites. Somos conducidos ai-;Í a columbrar una cau- sa jeneral a que se debeu todos los movi1nientos celeste!-~ 3. Ilasta aquí la gravitacion universal no es mas q ue una conjetu- ra plau!:>ible. Pero recordemos lo 'lue vruias veces ha sido preciso an- ticipar. Cuando el g-ran Newton formuló su teoría, las ohservacio- des habían establetido de un n1odo incontestable las leyes ele Ke- plero; a saber: 1. 0 Las áreas rasadas por los radios vectores de los p lauetas en su jiro circnnsolar, son prop01,cionalcs a los tiempos; de- que se sigue q_ue los planetas son continuamente solicitados por una fuer- za que, si obrase sola, los haría caer aceleradamente acia el cen- tro del sol, con10 desciende una piedra a la 'l'iena. 2. 0 Las órbitas plancturias son clí71ses, i el sol octtpa ttno de los focos: de qne se deduce por un cálculo rigoroso que la fu<'r- za con que cada planeta gravita acia el sol, dt>crece en razon dd cuadrado de su distancia a este astro. 3. 0 Los cuadrados de los tiempos de las revoluciones rle los pla- n eta.s son proporcionales a los cubos de los Pjes de sus órbitas; i de aquí resulta <lcmo:;tral ivamente que la fuerza que parece como alra<'r - los al sol, es una misma para todos, i no varia de uno a otro si- no por causa de la di::;tancia. Se ha dado el nombre de atrac,;ion a esta fuerza; pero se igno- ra su natwrale?.a. Lo qne esta palabra significa es que la gr-d.vita- cion se efectúa como si un cuerpo atrajese a otro en razon directa ~le ~u masa, i en razon inversa del cuadrado de su distancia.

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