Cosmografia o descripcion del universo

- 103 - anual, anda 10 o 17 millas jeog rá ficas por sc.-gundo, variando de di- rcccion a cada mom<'nto, la n1olécula luminosa que lanzada de un as- tro inmóbil va a chocar con la retina del espectador, será rechazada en el se11titlo clcl ruovimicnto anual de ht Tierra, es decir, en el s.entido de una t..11,ieute a l a 61 bita. t crre.-;tr<>, i recil ,irá de este rechazo una veloci- chul ,¡ue la haria correr corno 16 a 17 millas pol' scgnuclo. Experi- n1entarémos put:s una sensacion visual que corresponderá a la resul- tante de las dos velocidades i direcciones; a la manera qve cuando vamos andando, nos parece que la lluvia nos da en la cara con una velocidad i <lireccion, que es la resu ltante de la veloci<lad i di- n~ccion <1ue llevamos i ele las que trae la lluvia. Por cousiguiente, 110 vcrémos el ~tro en su verdadero lugar, sino en el que correspon- da a la <lircccion de la resul tante; la cual describirá anualmente en el cielo una pequeña elipse, cuyo centro será el lugar venladcro del astro. Esto es exactarnente lo que sucede. La resultante calculada es exac- ta1nente la que han dado las ob~ervaciones <le ,m grandísimo número de eclipses de los saléütes de J ú piter; i segun ella el grande eje de la elipse <le aberracion, producida por el movimiento orbital de la Tierra, es de 40' ' · 492. Parece que la rota~ion de la Tierra debiera tener tambien su parte en el fenómeno de la aberracion. P ero el cálculo demuestra qut, sus efectos son tan pequeños, que se confunden hasta ahora con los errores iuseparables de la observacion. S i el astro está en 1novirniento, el mE>jor modo de considerar la aberracio11 es este. ]~l rayo co11 que lo vemos, no es el rayo que el astro ernite en el momento de la vision, sino el que emitió algun tiempo ánlcs, es a saber, el tiempo que ha necesitado la luz para atran.'sar e l espacio que media entre el astro i nosotros. Sobre e;;tos dato-1 se han construido tablas para correjir los efec- tos de la nberracion. Síguc,,c <le lo dicho que en el lug-ar aparente de los objetos ce• lestes hai siempre dos elc1ncntos que desp¡,jar, la refracCion i la abc- rracio:1; c11a.ndo se trata de lo:s astros cuya distancia es calculable, ha i uno 1nas, la para h\je.

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