Repensando la regulación de las aguas: crisis socioambiental y proceso constituyente
725 24. LA BRECHA DE CALIDAD ENTRE AGUA “POTABLE” Y SEGURA PARA CONSUMO HUMANO Págs. 709 - 744 C apítulo V: C ontaminación de las aguas químicas de preocupación emergente” como productos farmacéuticos donde indica que los productos farmacéuticos (incluidos sus metaboli- tos) difieren entre los países y que aún no hay evidencia sistemática de su presencia en concentraciones que sean un potencial riesgo, solo estudios puntuales. El monitoreo rutinario dependerá de las circunstancias locales. Por último, las recomendaciones de la OMS no son estáticas, sino que son revisadas regularmente en base a la evidencia disponible para proteger la salud pública, por lo que a medida de que surja evidencia de nuevos peli- gros, ya sean químicos o biológicos, su ingreso será estudiado y evaluado. Por lo tanto, es relevante que sistemáticamente se desarrollen monito- reos destinados a evaluar las concentraciones de contaminantes no inclui- dos en la NCh 409/1 y D.S. Nº 735/MINSAL para los cuales se cuenta con valores guía de la OMS y sospecha fundada que se pueden encontrar en fuentes de agua potable o hay evidencia de efectos en salud. Estos estudios deben ser complementados con estimaciones de ingesta diaria consideran- do otras rutas de exposición y con estudios epidemiológicos para evaluar la conexión entre exposición y efectos negativos en la salud. B) OMS como referente La OMS desarrolla directrices que sirven de base para la elaboración de normas de calidad del agua en todo el mundo. Estas directrices buscan proteger la salud pública promoviendo que los países las usen para desa- rrollar reglamentos y regulaciones, no solo en lo que se refiere a estándares de calidad asociados a aspectos microbiológicos, químicos, radiológicos y organolépticos, sino también a marcos preventivos que aseguren la ingesta segura considerando desde la captación hasta el consumidor. Estas direc- trices se presentan en un documento denominado “Guías para la calidad del agua de consumo humano”, que tiene una dinámica de actualización permanente por la naturaleza de la evidencia que utiliza. La última versión disponible es la de 2017, que corresponde a la cuarta edición que incorpora el primer addendum en inglés 39 o 2018 en español 40 . Adicionalmente, la OMS pone a disposición del público otra información que describe los riesgos provocados por los productos químicos en agua potable e introduce 39 W orld H ealth O rganization (WHO) (2017), passim . 40 O rganización M undial de la S alud (2018), passim .
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