Repensando la regulación de las aguas: crisis socioambiental y proceso constituyente
722 ALEJANDRA PRECHT - ALEJANDRAVEGA - JORGE PRECHT - PABLO PASTÉN Págs. 709 - 744 C apítulo V: C ontaminación de las aguas El perclorato altera la función de la glándula tiroides a muy bajas con- centraciones, y recientemente se ha documentado su amplia distribución y origen en aguas 24 a nivel mundial. En un estudio reciente, V ega , N erenberg y V argas 25 concluyeron que en Chile existen comparativamente altas concentraciones de perclorato en aguas y suelos, principalmente en el norte, y que se requieren estudios de riesgo en la salud para evaluar la magnitud del peligro. El valor guía para la concentración de perclorato indicado por la OMS es de 70 microgramos por litro, mientras que en algunas aguas dulces y aguas potables se han medido en el rango de 100-120 microgramos por litro. Esto es relevante, porque los procesos tradicionales de tratamiento usados en agua potable (filtración, coagulación/floculación y cloración) no reducen significativa- mente las concentraciones de perclorato y su abatimiento requiere procesos especializados 26 o mezclas de fuentes de aguas, cosa que en condiciones de escasez hídrica es desafiante. Además, la exposición a este contaminante por la ingesta de agua puede sumarse a la ingesta de alimentos que con- tengan este contaminante. Por lo tanto, cada vez se hace más necesario la realización de estudios como el de C alderón et al. 27 , que estudia para una situación particular la ingesta de perclorato por consumo de agua, lechuga y espinaca bajo distintos escenarios de uso de fertilizante. El boro es otro contaminante que en Chile se distribuye naturalmente en aguas del norte de Chile y para el cual la OMS dispone de un valor guía de 2,4 miligramos por litro, mientras que en algunas aguas potables en el nor- te de Chile se ha medido del orden de 5-8 mg/L 28 , mientras otros estudios 29 recomendaron un monitoreo del boro en aguas del norte de Chile. Finalmente, para el bromato, la OMS dispone de un valor guía de 10 microgramos por litro, mientras en aguas potables del norte se han me- dido sobre 20 microgramos por litro 30 , pero la exposición total estimada 24 C ao et al. (2019), pp. 737-749. 25 V ega et al. (2018), pp. 316-326. 26 V ega et al. (2018), p. 322. 27 C alderón et al. (2020), passim . 28 H arari et al. (2012), pp. 552-560. 29 C ortes et al . (2011), pp. 96-101. 30 C alderón et al. (2019), pp. 444-450
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