Repensando la regulación de las aguas: crisis socioambiental y proceso constituyente

720 ALEJANDRA PRECHT - ALEJANDRAVEGA - JORGE PRECHT - PABLO PASTÉN Págs. 709 - 744 C apítulo V: C ontaminación de las aguas entregar indicios de ingesta de sustancias tóxicas que pudiesen estar causando una enfermedad en una localidad determinada. Dicha función es también precisada en el artículo 9º del D.S. Nº 136/2004 del MINSAL: “[…] efectuar la vigilancia en salud pública y evaluar la si- tuación de salud de la población. En el ejercicio de esta función deberá estudiar analizar y mantener actualizada la información sobre la materia, sus determinantes y tendencias”, para luego agregar que debe “efectuar los estudios y tomar las previsiones para el enfrentamiento de condiciones emergentes que afecten la salud del conjunto de la población o de ciertos grupos de personas […] y elaborar los planes y programa que aparezcan necesarios de estos datos”. Tratándose de un tema tan sensible como es la salud de las personas, toda esta información debiese ser pública y presentada de un modo acce- sible a la ciudadanía. En otro orden de ideas, la remisión normativa a NCh de calidad atenta contra el derecho de acceso a la información, en tanto la única forma de obtener dichas normas es mediante la compra de las mismas. Indirecta- mente también se afecta el derecho humano del agua, en tanto, al no tener información relativa a la calidad de las aguas, el derecho ya no es asequible para la persona corriente no pudiente. 24.4. La brecha entre agua potable y agua segura para consu- mo humano: parámetros La exposición anterior permite concluir que la calidad del agua pota- ble se encuentra regulada en nuestro país. Pero, ¿resguarda esta normativa que se provea agua segura para el consumo humano? Esta discusión tiene varias aristas. Acá nos concentramos en los aspectos relativos a la calidad. En primer término, es necesario tener presente que los valores que se adoptan para algunos contaminantes no necesariamente corresponden a límites que aseguran su inocuidad en forma fehaciente, puesto que los parámetros y valores se establecen en base a la evidencia de que se dis- pone sobre la distribución ambiental y los efectos de sustancias químicas y microorganismos sobre la salud humana, siendo toda esta información muy dinámica. Los centros de investigación y universidades son tradicio-

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