Repensando la regulación de las aguas: crisis socioambiental y proceso constituyente
613 20. ESTRÉS HÍDRICO Y DERECHOS FUNDAMENTALES... Págs. 573 - 620 C apítulo IV: P rotección de los cuerpos de aguas y desafíos del cambio climático competencias claras y uniformadoras, con suficiente autonomía e indepen- dencia. Las cuestiones de seguridad afectan o pueden afectar los derechos fun- damentales de las personas y, en la especie, ha quedado suficientemente demostrado que los conflictos de seguridad se extienden a una diversidad de materias, incluyendo, por supuesto, al medio ambiente y a uno de sus principales recursos. Así, se ha dicho que “el resguardo de la seguridad na- cional procura la creación de las condiciones indispensables para el pleno desarrollo de las personas que conforman el Estado, atenuando o disminu- yendo los riesgos y vulnerabilidades provenientes de una agresión externa, de la alteración del orden y la tranquilidad pública interna del país, del deterioro del medio ambiente y, también, de la ocurrencia de catástrofes naturales” 77 . De esta forma, el COSENA debiera conformarse de forma permanente, con los ministros del Medio Ambiente, Ciencia y Economía, y así coor- dinar la ESNYD a través del respectivo Comité Interministerial de Segu- ridad. Es evidente que para operativizar la estrategia se requiere de una arquitectura institucional que dé cuerpo al Sistema de Seguridad Nacional de Chile, ya sea que este sea creado por una ley que se dicte para tal efecto, o bien sea concebido en el cuerpo de esta estrategia. Lo cierto es que la ESNYD contempla la incorporación paulatina de los recursos naturales a la agenda de seguridad nacional 78 y así se revela que “otras catástrofes de gran impacto son las de origen hídrico (crecidas de ríos, aluviones) o meteorológico (lluvias persistentes y nevazones). Asimismo, para salvar vidas y aminorar los daños materiales no bas- ta con tener una capacidad estatal preparada y disponible. Se requiere, además, de un enfoque que reduzca en forma sostenible y permanente las vulnerabilidades a las que está afecta la población. Esto último es el resultado de un esfuerzo multisectorial, en el que la definición de los factores que permiten prevenir, mitigar y reducir el daño humano y mate- rial en una emergencia eleva la resiliencia del país. Tal esfuerzo demanda integrar a las distintas reparticiones estatales y a los actores de la socie- dad civil. Además, dadas las serias implicancias de una catástrofe para la 77 P eña (2002). 78 ENSYD, p. 33.
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