Repensando la regulación de las aguas: crisis socioambiental y proceso constituyente
584 JUAN CARLOS CISTERNAS FRIZ Págs. 573 - 620 C apítulo IV: P rotección de los cuerpos de aguas y desafíos del cambio climático El diseño de planes de riesgos es absolutamente necesario para preve- nir y anticiparse a escenarios catastróficos, previsibles, que han llevado a nuestro país a sufrir grandes costos físicos y también humanos. La experiencia empírica ha demostrado que el cambio climático y sus efectos se han convertido en temas de seguridad, al estar generando estragos para la humanidad a través de sequías, inundaciones, aluviones, aumento del nivel del mar, fríos y calores extremos, muerte de especies animales y vege- tales, los que podrían ser más catastróficos si se continúa con el actual rum- bo y ritmo. Tal escenario de riesgos potencialmente puede afectar los dere- chos fundamentales de las personas y, en lo particular, el derecho al agua y saneamiento, de manera que es absolutamente necesario legislar en torno a la prevención y precaución, tal como se está haciendo a nivel internacional, al tratar la crisis climática como un asunto de seguridad nacional. Por ello, la Comunidad Europea dice que la mejor manera de considerar el cambio cli- mático es como un multiplicador de amenazas que extrema las tendencias, tensiones e inestabilidades existentes. Este es el enfoque que presenta esta investigación, teniendo en cuenta los deberes de protección a los derechos fundamentales y la teoría de la securitización. Solo de esta forma podremos cumplir nuestros compromisos internacionales en “armonía no sólo con la declaración de la Asamblea General de la ONU, sino que también con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”. 20.4. El marco de análisis de la teoría de la securitización Frente al carácter filosófico del debate sobre “que” es seguridad y que animo el intercambio de opiniones y definiciones en las publicaciones de anual entre los 1.000 y 2.000 mm anuales, y cuya tendencia de precipitaciones ha re- gistrando disminuciones particularmente durante el otoño y en febrero y marzo, con concentraciones de la precipitación en invierno ( G onzález y M uñoz , 2013). A pesar de las abundantes precipitaciones, en el año 1996 empieza a circular el primer camión aljibe en la zona para brindar agua potable a la población rural más afectada por la escasez de agua, que se manifestaba con la disminución de caudales en esteros y pozos de agua ( O ppliger , 2011). A pesar de la circulación de camiones aljibe desde el año 1996, la Dirección General de Aguas (DGA) no ha emanado decretos de escasez de agua para la comuna de La Unión o Región de Los Ríos. El Ministerio de Agricultura, en cambio, ha emitido declaracio- nes de emergencia agrícola por déficit hídrico, lo que indica períodos de sequía del tipo agrícola (Esquivel, 2002)”. O ppliger et al. (2019), p.16.
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