Repensando la regulación de las aguas: crisis socioambiental y proceso constituyente
210 CATALINAVALENZUELA ROA Págs. 189 - 218 C apítulo II: G estión y gobernanza de las aguas cas de la cuenca, no incorporar este criterio es aún más grave considerando el aumento de temperatura y la disminución de precipitaciones. En este escenario, los conflictos entre comunidades, Estado y mineras han obstaculizado la coordinación de múltiples centros de toma de decisio- nes, entorpeciendo el potencial de llevar a cabo una GIRH y una adecuada gobernanza del agua. Respecto a los obstáculos, se destacan en las entre- vistas: centralización en la toma de decisiones, problemas de coordinación entre instituciones, falta de coherencia entre ministerios, no inclusión de las comunidades en la decisión de otorgamientos de nuevos DAA, baja capacidad institucional que se traduce en dificultades del Estado para fis- calizar y regularizar DAA otorgados, competencia entre usuarios del agua, desconfianzas, falta de información técnica, tensiones a la hora de compar- tir el poder, presiones y hostigamiento para la construcción del embalse, inequidad social, dificultades en la sostenibilidad ambiental de la cuenca y sobrejudicialización como principal mecanismo de resolución de conflictos por el agua. Todo lo anterior nos ayuda a entender las múltiples limitacio- nes y desafíos asociados a la búsqueda de modelos o formas de gobernanza más adecuados a los desafíos sociales y climáticos actuales. Por ejemplo, en relación a un modelo policéntrico, es clave entender cómo ocurre en la práctica la autorregulación de las comunidades en la administración de los recursos comunes 63 , atendiendo a las limitaciones y oportunidades de la gestión local del agua, que permitan mejorar la administración y el diálogo con las instituciones regionales, nacionales y el sector privado. Pese a los desafíos antes descritos, el presente estudio puede servir para ilustrar las potencialidades de un sistema de gobernanza policéntrica ba- sado en comunidades autorreguladas. Las características internas de las comunidades atacameñas tienen un impacto positivo en la administración del agua, lo cual es coherente con lo planteado por O strom 64 . Más aún, las asociaciones son un ejemplo para pensar posibilidades de otras formas de gestión como la gestión local y comunitaria, basada en los conocimien- tos tradicionales sobre el territorio, que permiten superar la “tragedia de los comunes” y avanzar en modelos más allá de la privatización actual o de una estatización total. Asimismo, permite pensar otros significados del agua, de lo comunitario y del trabajo colectivo. 63 O strom (1990), passim . 64 Ídem.
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