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MANUAL DE RETORICA, ORATORIA Y LIDERAZGO DEMOCRATICO
un hombre bueno experto en el decir. El orador, con su actividad
comunicativa persigue la utilitas de la causa, el interés de la posición
retórica en la que está situado y que defiende con su discurso.
El primero que dividió la oratoria en varios tipos o subgéneros fue
Anaxímenes de Lámpsaco, él propuso una clasificación tripartita, la
que fue posteriormente recogida por el propio Aristóteles y que se
señala a continuación:
Género judicial:
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Se ocupa de acciones pasadas y lo califica un juez
o tribunal que establecerá conclusiones aceptando lo que el orador
presenta como justo y rechazando lo que presenta como injusto.
Género deliberativo o político:
Se ocupa de acciones futuras y lo
califica el juicio de una asamblea política que acepta lo que el orador
propone como útil o provechoso y rechaza lo que propone como dañino
o perjudicial.
Género demostrativo o epidíctico:
Se ocupa de hechos pasados y
se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los
hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de
presentarlos que tiene el orador, alabándolos o vituperándolos. Está
centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, el
encomio y el denuesto o vituperio.
¿
QUIEN ES UN BUEN ORADOR?
El buen orador es:
1.
El que informa bien.
Informar, del latín informâre, significa enterar,
dar noticia de algo. Dicho de una persona o de un organismo:
Completar un documento con un informe de su competencia. Formar,
perfeccionar a alguien por medio de la instrucción y buena crianza.
Dicho de un cuerpo consultivo, de un funcionario o de cualquier
persona. Dar forma sustancial a algo.
2.
Argumenta sólidamente.
Argumentar, del latin argumentâre,
argüir sacar en claro, descubrir, probar. Aducir, alegar, poner
argumentos. Disputar, discutir, impugnar una opinión ajena.
Sólidamente, con solidez, con razones verdaderas y firmes. Sólido,
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