ACU rescatando el asombro: historia de la Agrupación Cultural Universitaria
vez, en el teatro Caupolicáo, con cinco mil personas como público asistente. Así describe Aglae, estudiante de Medicina Norte, la preparación de este festival. "Se hacían las bases A nivel de ACU central, se establecían las bases de cómo concursar y entonces la gente mandaba sus cassettes con su terna y se recopilaban en la rama de música. Con ese material en la mano se los llamaba a las jornadas; por ejernplo, en la jornada de Antumapu va a ir fulano, zu tano, mengano, de Ciencias Químicas, de 1\ntumapu de Medicina Norte, se rían tantos te1nas y se distribuían en las distintas jornadas del festival en las distintas sedes, yo podía ser de lvfedicina Norte, pero a lo mejor me tocaba tal día tocar en Antumapu. Y el jurado iba a las distintas sedes y seleccionaban de acuerdo a lo que ellos pensaban". (Aglae Casanova/Medicina) E ste esquema se repitió en el ·r ercer Festival de 1979 rea- lizado entre los meses de octubre y noviembre, repletando por segunda vez el Teatro Caupolicán y superando nuevamente una serie de trabas institucionales. La escenografía estuvo a cargo de los talleres Cercha de Arquitectura, y la continuidad, a cargo de la rama de teatro. A ellas se swnaron un sinnúmero de artistas y comunicadores que acudieron a cooperar con su trabajo, como Rubén Sotoconil, Roberto Parada, Isidora Agui- rre, Miguel Davagnino, Ricardo García y Diego Muñoz (padre), entre otros. ,'\ pelando a la esperanza por sobre la victimización, la paloma del afiche de este tercer festival ya no se encontraba encerrada entre las cuerdas, sino que las rompía y salía de su interior volando. Del mismo modo, el discurso inaugural pronunciado por Gregory Coheo ponía el acento en la liber.tad gue resistía y resurgía "después de los espasmos": "Una vez 1nás se muestra el trabajo cultural de los uni - versitarios. Esta vez en la canción. Pero a pesar de todo can- tamos. Una larga y creciente vibración, eludiendo muecas y cortapisas arriba, en un lugar y anteponiéndose al silencio. Ahora es el cantar, el teatro, la literatura, la plástica, todas ellas juntas en el pedestal de la nobleza del hombre, defendiendo el senúdo de la vida, del amor, de la libre creación. Llegarán acu: rescatando el asombro/95
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