ACU rescatando el asombro: historia de la Agrupación Cultural Universitaria
se ha plas1nado rígid:uncntc en el campo social; por un lado, porque las identidades organizacionales y partidistas se han vivido al interior de las propias individualidades que actúan en ambos campos (partidos-organizaciones); y éstas, le.íos de separar abruptamente su relación con ::.us correspondientes "núcleos" y "frentes de masas", han tendido 1nás bien a compe- netrarse de ambas identidades y lógicas de acción, trasladando tanto lógicas partidistas al campo social, como lógicas del campo social al partido. En ocasiones, esta doble identidad ha generado tensiones en el "doble militante" quien ha pro- tagonizando confüctos en que ha defendido el rol' del partido y sus relac iones de vinculación exclusiva ante Jas orga- nizaciones sociales; o, por el contrario, ha 1nanifestado su deseo de defender la autonomía de la organización social respecto de las orgánicas partidistas. w, - Por otro lado, la historia contemporánea de Chile nos presenta continuamente coyunturas en que las dimensiones sociales han generado desde sí importantes elementos de auto- nonúa y proyección propositiva de carácter político, otorgando a sus redes una independencia que sobrepasaba un eventual carácter rígido de "frente dependiente". Una de estas coyun- turas fue la de la formación de la ACU, en donde la proyección de las organizaciones se desarrolló desde activos talleres con una fuerte identidad en su propio y autónomo poder de acción. Por otro lado, los partidos políticos no estaban en condiciones de dirigir externamente una organización que los superaba en coordinación interna, por lo menos, durante los dos primeros años de la organización, ya que, si bien, partidos y talleres se reconstruyeron paralelamente en las bases sociales, es indudable que la precariedad y fugacidad de los contactos de la extrema clandestinidad partidista durante la segund:i mitad de los 70's, contrastaba con la constancia y solidez orgánica de la red ACU. - La separación entre lo social y lo político no constituye una esencialidad, sino una distinción analítica que en con- textos históricos determinados adquiere una constitución ,.. 'r~I ·ri¡,o Je 1cn<it1ne< fueron cstlt<li~Ja, en h< ai\o~ 1111 por d socuilo¡..'<'• RoJrigo l\añ,,, quien Jcnominc> s:us car.\ctcrÜ;(ica:,1 co1no la uc,~c.1uizoírcnii J<: la Jobic milit:\nciaº. Ver lhño ltodrigo. Lo socrnt rlo p,~ítu;o. fl:,.c,,,, Santiag,.. 19KS. 194/ víctormuñoz tamayo
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