ACU rescatando el asombro: historia de la Agrupación Cultural Universitaria

que, de hecho, se reconstruyeron paralelamente tras el golpe. Tales mi-litantes de o rganizaciones y partidos, construían iden- tidades a partir de su pertenencia a ambos referentes y enten- dían que, tanto en uno co1no en otro, se conectaban con un horizonte de transformación ampJi•:1. de la sociedad. En el caso de una organización como la ACU, la identidad con et espacio social era particularmente fuerte, y fueron lógicas de acción derivadas ·de los talleres las que predominaron en el funcionamiento de la .organización r sus instancias de toma de decisiones. Es decir, predominó la ·proyección de los talleres como núcleos horizontales desde donde cada mie1nbro podía desde sí mismo, y en acuerdo con el colectivo, vincularse con todos los niveles de decisión de la estructura ACU, tanto en las reuniones de la C_oordinación Central en el "Hoyo de Ingeniería", como en las reuniones por ratnas, sedes y comi- siones específicas; mediando en ello tan sólo los intereses y atributo·s de los participantes. La extrema clandestinidad, fugacidad de los contactos (sobre todo respecto a los militantes "públicos" que eran los vinculados a la ACU), y en definitiva, la debilidad orgánica de los partidos políticos durante los años 1977, 1978 y 1979, impidieron que en la ACl:J tuviesen mayor influencia algunas lógicas asociadas a una eventual hegemonía partidista en las relaciones, como: - La generación de instancias paralelas de acuerdos relativos al accionar de la ACU, desarrolladas como mediación entre militantes de diversos conglomerados; las llamadas "mesas políticas", que tenían como consecuencia que en las asa1nbleas y reuniones de la organización social, hubiese una serie de temas ya acordados previamente por "los 1nilitantes". - Asociado a lo anterior, la idea de buscar equilibrios entre los part idos en lo relativo a cargos al interior de la estructura ACU, acordándolos previamente al margen de las instancias de la organización dispuestas para ello. - La otra cara del eguilibrio, el miedo a que una "máquina política" de un "otro político" impusiese un criterio ajeno a "los propios". Es decir, el miedo al complot, a la "zancadilla" entre distintos partidos, la desconfianza de la otcedad política 184/víctor muñoz tama,·o '

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