ACU rescatando el asombro: historia de la Agrupación Cultural Universitaria
era Ernesto Cardenal y los poetas guerrilleros, yo tenia un punto de vista más cercano a esto". (Esteban Navarro/Administración y Cs. Políticas) En síntesis, este es un momento en que, si bien confluyen en un movimiento estudiantil, las d imensiones político cul- tural, político social y político partidista (entend iendo que túd3s estaban representadas por estructuras organízacionales con un e je identitario particular, sin renunciar nunca a la di- mensión política de lo propio) , ocurre que se suscitan ten- siones entre una y otra dimensión 'f estructura, en torno a los roles, espacios y proyecciones que a cada cual le cabían. Así como esto ocurría en torno a los referentes político-gremiales y político -culturales, también pasaba con los partidos polí- ticos, que insertos en ambos tipos de organizaciones, cons- tituían estructuras secretas, clandestinas, con lógicas de acción muy distintas a las de las o rganizaciones sociales. En estas últimas, los estudiantes mili tantes de partidos desarrollaban una serie de desconfianzas y temores respecto a un "otro" militante, un sujeto que por las condiciones de extrema clan- destinidad constituía un "otro" sumamente desconocido que potencialmente, se estimaba, poqía constituir una amenaza a lo "p ropio" o al "nosotros". Se produjeron entonces fuertes temores entre los militantes respecto a que estos "otros políticos" forzasen una hegemonía en desmedro de la in- íluencia y arraigo que el partido propio tenía en lo social. Para 1980, las orgánicas partidistas estaban plenamente reestructu- radas y fueron los 1niedos mencionados los que fortalecieron la influencia en el movimiento social de las coordinaciones de las juventudes políticas, las llamadas "mesas políticas", encargadas de asumir las tensiones y lograr acuerdos. E n la ACU, el que la mayoría de las sedes tuviesen una clara predominancia de mi litantes comunistas, era un factor que aminoraba las tensiones entre militantes, pues no había mucho lugar a debates en torno a la presencia de los partidos en los cargos direccionales, pues el PC tenía en gran medida garantizado aquello. Sin embargo, esto no ocurría en el Campus Macul en donde la diversidad de grupos políticos de izquierda era la constan te en la t\CU, y el l\1A PU y el Partido Socialista 152/víctor muñoz ta1nayo ,
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