Políticas de la herencia
4 Políticas de la Herencia de subyugarla. […] El don de encender en lo pasado la chispa de la esperanza solo es inherente al historiador que está penetrado de lo siguiente: tampoco los muertos es- tarán seguros ante el enemigo cuando éste venza. Y este enemigo no ha cesado de vencer” (1994, pp. 180-181). El enemigo al que se refería Benjamin, por si hace falta aclararlo, era el fascismo, el nazismo, los totalita- rismos que azolaban Europa y con los cuales hacían alianzas las clases dominantes. El fascismo del siglo XX se ha mantenido latente. No solo vuelve a tomar impulso en el continente europeo, sino que se ha ex- tendido a otras regiones del mundo. Bajo la forma de la democracia liberal se ha instalado, también, en Amé- rica Latina. Recientemente llegó al gobierno de Brasil y amenaza con propagarse a otros países de nuestra región. Sabemos hasta qué punto la posibilidad del fascismo contemporáneo por medio de su rehabilitación democrática está ligada a las experiencias dictatoriales que tuvieron lugar en nuestro continente. Sin ir más lejos, el último 31 de marzo se cumplieron 55 años del golpe militar en Brasil y Jair Bolsonaro, presidente en ejercicio, exhortó a las fuerzas armadas de su país a “conmemorar” la fecha como un triunfo de la libertad y una derrota del comunismo. El peligro sobre el que alertaba Benjamin continúa siendo tan real e inminente en 2019 como lo era en 1940.
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