Gobernanza de las transiciones territoriales

25_ GOBERNANZA DE LAS TRANSICIONES TERRITORIALES. Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile PRIMERA SECCIÓN: CONCEPTUALIZACIÓN DE TERRITORIO, GOBERNANZA Y TRANSICIONES Por otro lado, las ciencias sociales y humanidades adoptan de forma predominante la perspectiva que ofrece el segundo nivel de observa- ción, donde el territorio es concebido como una construcción social y simbólica. Desde disciplinas como la sociología, la antropología y la geografía humana, entre otras, el territorio se estudia en términos de sus significados, relaciones de poder, disputas territoriales y procesos de apropiación y/o exclusión. El dominio cultural del territorio es cla- ve en estos enfoques, ya que permite analizar cómo distintos grupos construyen narrativas y valores asociados a los espacios que habitan (Aliste, 2011). No obstante, en la actualidad existe una creciente convergencia entre ambos niveles de observación, en respuesta al desafío interdisciplinario de integrar las dimensiones materiales e interpretativas del territorio. Ejemplo de ello son los estudios sobre el cambio climático y la resilien- cia territorial, los cuales combinan análisis ecológicos con estudios so- bre percepción y gobernanza. Esta integración interdisciplinaria resulta crucial para el desarrollo de enfoques más holísticos en la planificación y gestión territorial (Amigo, 2019). En síntesis, el territorio no puede reducirse a una estructura física fija ni a una simple representación social. Por el contrario, debe entenderse como un constructo dinámico y relacional, donde la interacción entre los niveles de observación, los dominios del territorio y las dimensiones del sentido dan forma a su configuración y evolución. La distinción en- tre primer y segundo nivel de observación permite comprender cómo el territorio es simultáneamente una entidad material y una construcción social, en la que los límites físicos y las interpretaciones simbólicas in- teractúan y evolucionan con el tiempo. A medida que los actores o ins- tituciones negocian significados y reconfiguran prácticas, el territorio adquiere nuevos sentidos y trayectorias. En este marco, la gobernanza territorial emerge como un elemento cla- ve, ya que facilita la articulación de múltiples perspectivas y la gestión de la transformación del territorio en el tiempo. Así, lejos de ser un contenedor pasivo de relaciones humanas, el territorio se revela como

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