Gobernanza de las transiciones territoriales

22_ GOBERNANZA DE LAS TRANSICIONES TERRITORIALES. Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile PRIMERA SECCIÓN: CONCEPTUALIZACIÓN DE TERRITORIO, GOBERNANZA Y TRANSICIONES vación introduce las interpretaciones que los observadores construyen sobre él, configurando distintos significados y trayectorias territoriales (Urquieta, 2017). Esta diferenciación es crucial porque el sentido territorial no es una propiedad intrínseca del espacio, sino que surge de la interacción entre las diferentes formas de observarlo. En otras palabras, el territorio no es solo una realidad material preexistente, sino también una construcción que emerge del acto de diferenciarlo, interpretarlo y proyectarlo en el tiempo. Desde el primer nivel de observación, el territorio es reconocido como un espacio delimitado y diferenciado a partir de los elementos materia- les que lo componen. En este nivel, los observadores establecen límites espaciales, distinguiendo un territorio de otro y otorgándole una identi- dad propia. Esta diferenciación no solo abarca las características físicas del territorio, como montañas, ríos o infraestructuras, sino que también considera las relaciones inmediatas entre actores sociales dentro de los dominios territoriales y las transformaciones que ocurren en su inte- rior. Por ejemplo, en una ciudad, el primer nivel de observación permitiría delimitar barrios o zonas urbanas en función de su infraestructura, usos del suelo o redes de transporte. Sin embargo, esta delimitación no es suficiente para comprender cómo se percibe y gestiona el territorio, ya que los significados asociados a estos espacios dependen de las in- terpretaciones que emergen en el segundo nivel de observación. Si bien el primer nivel de observación define el territorio en términos de su materialidad y límites objetivos, el segundo nivel de observación introduce una capa interpretativa, en la cual el territorio es compren- dido como una construcción social (Mascareño, 2011). En este nivel, los observadores configuran sus propias formas de ver y significar el terri- torio, proyectando en él narrativas, valores y representaciones (Urquie- ta, 2017).