Gobernanza de las transiciones territoriales

17_ GOBERNANZA DE LAS TRANSICIONES TERRITORIALES. Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile PRIMERA SECCIÓN: CONCEPTUALIZACIÓN DE TERRITORIO, GOBERNANZA Y TRANSICIONES partir de sus experiencias y prácticas (Álamos et al., 2025). Este proceso de construcción del sentido territorial se puede observar desde las tres dimensiones analíticas: la objetual, que organiza los elementos físicos y espaciales; la social, que articula las relaciones e interacciones entre los agentes en el territorio; y la temporal, que permite comprender la evolución del territorio a lo largo del tiempo (Urquieta, Mariñez & Jor- quera, 2017). En este marco, el sentido territorial juega un rol clave, ya que es el re- sultado de cómo un actor o institución observa y delimita el territorio en función de estas dimensiones. El sentido territorial no es absoluto ni unilateral, sino que surge de la manera en que se establecen dis- tinciones dentro del sistema territorial. Este sentido orienta la forma en que los actores o instituciones delimitan, interpretan y actúan en el territorio, determinando qué se considera parte de él y qué queda excluido. Así, el territorio no solo se configura como un marco de refe- rencia espacial, sino también como un sistema que orienta la manera en que los diferentes actores e instituciones significan y estructuran su interacción con el entorno. Para operacionalizar esta definición sistémica, es necesario distinguir tres dominios sociales fundamentales que estructuran el territorio: cul- tural, técnico y ecológico. El dominio cultural define los marcos sociales de interpretación y significación, estableciendo cómo los actores e ins- tituciones valoran, representan y estructuran el territorio. El dominio técnico comprende las tecnologías, infraestructuras y otros medios de intervención que modifican el espacio, mientras que el dominio ecoló- gico representa las dinámicas del entorno natural que condicionan la organización territorial (Fleischmann González et al., 2025). Estos tres dominios no operan de manera aislada, sino que interactúan constan- temente, generando configuraciones que varían en el tiempo y el espa- cio. Su interrelación permite entender el territorio no como un espacio fijo e inmutable, sino como un sistema que, si bien logra condensar un sentido territorial, también se encuentra en constante transformación, donde los actores e instituciones adaptan sus prácticas acordes a las

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