Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

92 El análisis específico de los principales gastos de la NEP requiere de mayor atención. Sobre los gastos en personal, monto financiero de mayor incidencia, su crecimiento ha sido importante, siendo atribuible a que se pasó de 4 a 24 SLEP en operaci n (2024), pero la discusi n debiese orientarse a evaluar si este gasto evit la ocurrencia de mayores problemas a los señalados, pues tras el 2021 éste creció solo en un 15% respecto de 2024. Sería prudente analizar estos aspectos con mayor detalle de responsabilidades e impactos de los diversos escenarios enfrentados para poder definir en mejor forma su incidencia. En materia de gastos específicos de la Instalación de los SLEP, es importante considerar que éste no tuvo presupuesto inicial asignado para el año 2025, pues correspondió a una de los programas que el Parlamente condiciona a cumplimientos previos del Ministerio de Educación, referidos tanto a avaluación del proceso de la NEP y SLEP, como también al Sistema de Admisión Escolar (SAE). La mayor parte del de los SLEP el ítem “servicio educativo” corresponden a personal (incluyendo seguridad social). Son cifras muy altas, quedando disponibles recursos menores para bienes y servicios de consumo, tanto de la unidad administrativa como general equivalen en montos a las iniciativas de inversión, seguidas de servicio a la deuda. Por lo mismo, no es de extrañar que los problemas de inversión en infraestructura y equipamiento que se han detectado en este tiempo y las crisis políticas que éstos desencadenaron. Por ello, en el presupuesto 2025 se provisionan recursos en esos aspectos, no obstante, las preguntas en este plano son ¿con qué diagnóstico se está trabajando? ¿cuál es el plan de inversiones previsto por cada SLEP? y ¿cómo se provisionarán los recursos? ya que se requiere de nuevas normas que se contemplan en el proyecto actualmente en debate en el parlamento (desde abril 2024). En síntesis, sería importante poder realizar un análisis con mayor detalle que permitiese identificar los núcleos pedagógicos problemáticos a la fecha, los requerimientos de recursos para atenderles debidamente y el plan para su financiamiento, teniendo presente que los resultados logrados por la NEP en materia pedagógica, aunque son positivos -vistos desde la instalación de una reforma- distan aún de ser una respuesta efectiva a las expectativas de calidad cifradas para la Nueva Educación Pública. Respecto del futuro que viene, es importante situarse en el escenario en el que se ha desarrollado esta reforma, ya que la fragilidad de la institucionalidad aún en instalación, y los problemas de gobernabilidad del sector acusan claramente dudas sobre su viabilidad, atendiendo además la “ contrarreforma conservadora ” que busca redirigir este proceso hacia situaciones aún más críticas para el sector, de no mediar próximamente transformaciones mayores, entre las que se están, proveer de una base financiera sólida para el sector, que debería generarse a partir del cambio del sistema de subsidio, incluyendo los criterios para su cálculo y los estándares educativos que se deben garantizar con ello, algo que se ve distante en la actualidad, no solo por su viabilidad política, sino porque también demandaría al fisco recursos financieros importantes y estables. Simultáneamente, sería positivo realizar un redireccionamiento de la NEP, que implicase aumentar gradual y significativamente la descentralización de su gestión hacia los GORE, lo que implicaría reducir gradualmente la DEP como instancia de soporte de la instalación, dejando el componente educativo a las instancias regulares del Ministerio, lo que conduce a una discusi n sobre esta materia, como también del sistema presupuestario y del manejo y control del gasto, entre otros. El diagnóstico de los aspectos críticos Intra SLEP es claro y no requiere reinventarse, sino tomar decisiones que nos alejen del clientelismo político y nos conduzcan más hacia una política de Estado en esta materia. Lo que Implicaría considerar el rediseño de la cultura organizacional y sus cánones de evaluación, para que toda educación subsidiada por el Estado, no solamente la NEP, abandone los principios neoliberales de gestión financiera y de la enseñanza estandarizada, que han sido claramente regresivos en materia de calidad y pertinencia de la nuestra educación.

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