Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro
Capítulo 4: La política de financiamiento de la Nueva Educación Pública ante sus desafíos políticos 77 Dado que la educación pública y la privada subvencionada están fuertemente entrelazadas, el fortalecimiento del sector privado desarrollado sin caretas – con recursos públicos- desde 1981, requería de cambios en el sistema público consistentes con ese propósito (Jofré,1988), los que fueron de tal magnitud y profundidad que, pese a correcciones ocurridas en democracia, éstos se han mantenido en términos bastante similares al diseño original, transformando al caso chileno en un ícono del libremercado en educación (Verger; et al., 2016). La disputa a fines de los 70’ entre quienes buscaban conservar presencia importante del Estado en la educación pública y los que pretendían su privatización, se resuelve en el seno del gobierno dictatorial al imponerse la visión neoliberal. La reforma de 1980 fue de carácter sistémico y su devenir inicial responde a las tensiones intra gobierno que explican las particularidades del modelo de cuasimercado chileno (Jofré, 1988), y que son importantes para el análisis del fenómeno en estudio, al mantenerse algunas rigideces del mercado de trabajo docente y de operación del sistema de gestión pública contrarias al libremercado, cuyos efectos retardaron el tránsito de la educación pública hacia su plena privatización (Jofré, 1988; Donoso-Díaz, 2005). Aunque dicha reforma ha sido extensamente analizada por la literatura (Falabella, 2015; Moschetti, et al., 2019), delinear sus ejes principales aporta a su mejor comprensión. Hasta 1980 el Estado nacional era el actor fundamental del sistema, no solo por atender el 78% de la matrícula escolar, sino además debido a que todos los establecimientos escolares públicos, sus docentes y personal de apoyo eran parte del Ministerio de Educaci n, los que fueron trasladados a los municipios, pese a la escasa experiencia de este sector en el campo educacional (Salazar, 2019). El cuasimercado reconfigura el sistema educacional, lo que significa desde lo financiero escolar apoyar una política opuesta a la asumida por el Estado desde el siglo XIX, privilegiándose ahora al sector privado en desmedro del público (Núñez, 2015). Su propósito era privatizar el sistema de educaci n pública (Prieto, 1983), aplicando un modelo sustentado en el estímulo financiero de la competencia entre establecimientos escolares “(…) donde los incentivos del sistema de subvenciones sólo operarán en toda su intensidad sobre establecimientos netamente privados, idealmente, con fines de lucro “(Jofré, 1988, p.236). No obstante, el modelo de cuasimercado impuesto en Chile tuvo importantes restricciones desde la ortodoxia neoliberal, implicando que “los incentivos del sistema de subvenciones se perdían irremisiblemente” (Jofré, 1988, p.221). Se trata de un modelo híbrido, donde el Estado paga directamente el subsidio (Voucher) a los propietarios de los establecimientos escolares (públicos o privados) pero no por intermedio de la familia 4 , lo que según Friedman (1955), afecta la demanda educativa, alterando los supuestos efectos benéficos de la competencia. También el modelo chileno consideró elementos de autonomía local y de las escuelas, tratados posteriormente por Chubb y Moe (1990), a los que se integraron componentes de las regulaciones que los enfoques privatizadores no estimaban pertinentes. No obstante, el sector privado subvencionado desde el inicio de la reforma hasta finalizar el 2008, prácticamente no tuvo límites significativos para funcionar. Dispuso de una amplia desregulaci n operacional y financiera y también de bajos requisitos para recibir los subsidios públicos (González, 2003). Cumplidas dos décadas de la reforma (2000), el sector privado subsidiado dominaba la matrícula escolar, cifra que el año 2023 es aún más elocuente. En 1980 el sector público cubría el 78% de la matrícula escolar total, el 2023 solo el 36%. En tanto el privado subsidiado pasó del 15 al 55% en los mismos años, y el privado de pago del 7 al 9% en ese período (Mineduc, 2023a). El régimen dictatorial al entregar al mercado la organización y provisión de los recursos financieros de la educación, le transforma en un factor determinante de la política educacional. Ello origina en el tiempo un cambio cultural de gran significación hasta el presente, dado que el Estado se desliga de la responsabilidad de Claves político/técnicas del sistema de financiamiento de mercado de la educación pública en su devenir histórico 4 El cálculo del subsidio mensual basal implica un complejo y costoso mecanismo de registro de la asistencia diaria del estudiante al centro escolar, el que se multiplica por un factor según tipo de enseñanza (inicial, primaria, secundaria científico humanista o técnico profesional, o con necesidades especiales) generando el valor mensual a percibir por cada establecimiento. Este subsidio no se asocia a resultados de aprendizaje de la escuela.
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