Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro
420 capítulos del libro dejan suficientemente claro que existen consecuencias negativas, claras y concretas, que afectan el presente y el futuro de la NEP, que están asociadas a la estructura de financiamiento del sistema, dejando en evidencia que esta discusión no se juega únicamente en el plano ideol gico. Un segundo aspecto asociado a una problemática estructural, que era previsible, pero cuyos efectos han sido relevantes y, en algunos casos dramáticos para la Nueva Educación Pública, ha sido hacerse cargo de la herencia de la administraci n municipal de la educaci n pública. La deuda acumulada por los DAEM y Corporaciones Municipales, las dificultades producidas por la falta de capacidad para gestionar la educación, el importante deterioro de la infraestructura de las instituciones educativas y la sobredotación de personal -fenómeno que sigui creciendo en pleno traspaso- se perciben como una carga que dificulta que la NEP pueda poner el foco en su mandato y que deba estar permanentemente preocupado las contingencias del presente y los costos generados en el pasado. Uno de los capítulos que ahonda en ello es el escrito por Charles Albornoz, Andrea Carrasco y Luis Felipe de la Vega, que detallan cómo, a juicio de los propios actores educativos, aspectos como la disponibilidad de recursos humanos y financieros -entre otros factores- ponen en riesgo su propia ejecución de responsabilidades clave. Una tercera clave que da cuenta de las barreras que el propio sistema educativo está produciendo para el despliegue de la NEP, es la clara tensión -incluso habiendo quienes hablan de contradicción- que se produce entre sus propósitos y lógicas de funcionamiento, con los que promueve el Sistema de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, específicamente sus sistemas de evaluaci n y rendici n de cuentas. Este es otro de los diseños institucionales que, pese a contar con diferentes investigaciones que dan cuenta de efectos negativos en el sistema, no ha modificado su arquitectura fundamental. ¿Qué lugar o posibilidades tiene unamirada territorializada de la educación, que privilegie la contextualización de los procesos de enseñanza y la definición de prioridades de las instituciones educativas, cuando esta debe competir con un diseño de política educativa al más alto nivel, que privilegia una mirada centralizada sobre el aprendizaje y la competencia y la sanci n, comomecanismos paramovilizar a las instituciones y actores? El trabajode JacquelineGysling y Claudio Montoya agrega, además, lo altamente valorada que es por las comunidades educativas la posibilidad de manejar definiciones curriculares estratégicas desde los niveles intermedios y locales, atributo que choca con una lógica de funcionamiento vertical de la política educativa y la necesidad de empoderar y fortalecer las capacidades, en particular la autonomía y la agencia de los docentes. Finalmente, es necesario hacer referencia a otro tipo de factores que, siendo exógenos a la reforma, la afectan directamente. Algunos de los capítulos hicieron referencia a diferentes dinámicas sociales o la interrelación entre éstas y el sistema educativo, que han tenido dicho efecto. El trabajo de Fabián Barrera, Micaela Pacheco, Josefina Neely y Ilknur Eginli ahonda en una fundamental, la baja valoración social y, al mismo tiempo, crecimiento de la demanda y exigencias a la profesión docente. Nuevamente, esta situación afecta la cotidianeidad y marca diariamente el acontecer de los procesos educativos de los establecimientos administrados por los SLEP. Otro factor de estas características es la rotación de los cargos directivos de las instituciones educativas públicas, aspecto multicausal que -tal como mencionaron Galdames y González- tiene un efecto que puede ser dramático en la trayectoria que sigue una institución educativa y que puede marcar su destino en el corto plazo. Antes de referir a las dificultades que refieren más a la implementación de la reforma, es importante mencionar una de las más importantes, que puede considerarse tanto como propia de las características del sistema educativo, como de la gestión de la NEP: el peso de la burocracia. Prácticamente la mitad de los capítulos del libro en algún momento refieren a esta dificultad, entendiéndola como un desbalance entre el esfuerzo que se realiza para enfrentar aspectos relacionados con el cumplimiento de las normas, el control, la rigidez de los procesos, en relación al tiempo que puede ponerse en un foco directamente educativo para el trabajo. La propia revisión panorámica de los informes de Consejo Evaluador destaca esta dificultad de manera reiterativa, observando cómo los problemas de articulación entre los organismos que componen el Sistema de Aseguramiento de la Calidad genera sobre- intervención en los establecimientos educacionales, lo que deja de manifiesto que los programas y políticas que llegan a una institución no son necesariamente lo que ésta más
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