Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

38 Los procesos de descentralización en educación desde una perspectiva global. A continuación, recurriremos a datos internacionales para comparar distintos procesos de descentralización en Chile con los de otros países miembros de la OCDE. Además, utilizaremos la evidencia internacional para evaluar la efectividad de los procesos de centralización y descentralización en distintos contextos. Los sistemas educativos modernos se han caracterizado por una creciente complejidad en la administración de sus servicios. En las últimas décadas, diversos sistemas han impulsado intentos de reforma estructural inspirados en el modelo de Nueva Gestión Pública. Este modelo promueve la gestión del desempeño basada en incentivos, así como el desarrollo de sistemas sofisticados de toma de decisiones, monitoreo y rendici n de cuentas (Mundy et al., 2024). Dentro de este marco, la privatización y la descentralización han sido procesos clave, ya que permiten una mayor autonomía, distribuyen la toma de decisiones y fortalecen la rendición de cuentas desde los servicios hacia los usuarios. En particular, el proceso de descentralización ha supuesto la transferencia de la toma de decisiones desde un nivel central a uno local, acompañado por la configuración de múltiples niveles de gobernanza y gestión (Burns and Köster, 2016; UNESCO, 2021). Carney (2009) sostiene que los procesos de descentralización son una parte constitutiva de los imaginarios actuales de la política educativa, a los que denomina “policyscapes” 1 . Se habla de imaginarios porque, más allá de la evidencia empírica sobre su efectividad, la descentralización en educación se ha convertido en un objetivo en sí mismo, dentro de procesos que buscan limitar el poder central y fortalecer el rol de los actores locales. En este sentido, las reformas educativas modernas han promovido modelos de gestión basados en la autonomía local, fomentando el liderazgo y la toma de decisiones descentralizada. Existen importantes diferencias entre los países en cuanto a la organización de los niveles administrativos (nacional/ federal, regional/estatal, local/municipal y escolar), el tipo de decisiones que se toman (curriculares, administrativas, presupuestarias) y la cantidad de decisiones delegadas en cada nivel. Hace más de una década, la OCDE elaboró un mapa sobre las distintas configuraciones de descentralizaci n en 26 países miembros, evidenciando que no existe un modelo único de distribución del poder en la toma de decisiones (Burns and Köster, 2016). Algunos países, como Inglaterra, Finlandia, Portugal y los Países Bajos, presentan estructuras más simples, con solo dos niveles principales: las escuelas y una administraci n local o subregional encargada de dividir las responsabilidades. En el otro extremo, existen sistemas más complejos, como los de Austria, España, Japón y Alemania, donde las decisiones se distribuyen al menos en cuatro niveles: la escuela, el municipio, la provincia o estado, y el gobierno central. Es importante destacar que no hay un modelo único de descentralización que garantice una mejora en la calidad educativa. Por ejemplo, Finlandia, con un sistema descentralizado en solo dos niveles, y Jap n, con una estructura de cuatro niveles de toma de decisiones, presentan enfoques drásticamente distintos, pero ambos países suelen liderar las evaluaciones internacionales de desempeño estudiantil, como PISA y TIMSS. 1 “Policyscapes” es una palabra intraducible al español que es el resultado de un juego de palabras entre la palabra inglés “landscape” (paisaje o escenario) y “policy” (política pública).

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