Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

276 unidad educativa, generando una fuerte sensación de inseguridad. En comparaci n a la administraci nmunicipal, Susana señala que el apoyo, orientación y resguardo que antes daba el sostenedor era distinto: “Hemos pedido un montón de veces que por favor se nos vise los planes de seguridad, y el prevencionista dice “no, ustedes vean el lugar seguro de las salas, véanlo afuera”, y yo digo, o sea… yo estudié educadora de párvulos, estudié un magíster en liderazgo, pero no por eso voy a tener las competencias para definir qué es lo que es una zona segura, entonces siento que ahí estamos muy a la deriva y me responsabilizan de esas cosas… y todos se lavan las manos… (con el sostenedor municipal) no me sentía así, sentía que, no sé, habían situaciones complejas, pero ellos me daban las indicaciones de cómo poder llevarlas a cabo ¿ya? También había una corresponsabilidad, que yo no estoy diciendo que no me responsabilicen, pero aquí, pucha, hay un director ejecutivo, hay encargados… hay áreas de convivencia, hay área de personal, hay área de… entonces nadie se hace responsable, amí me impresiona la capacidad de no hacerse responsable” Para buscar respaldo en este nuevo escenario, Susana decidi ingresar en 2023 al sindicato de asistentes de la educación del sostenedor municipal, en el que su equipo de educadoras y técnicos ya participaba previo al traspaso al SLEP. Este sindicato lleva años de experiencia en la lucha por los derechos laborales de las y los trabajadores, logrando diversas ganancias y beneficios a lo largo de los años. De acuerdo al relato de la directora, cuando ocurri el traspaso al SLEP, se le dio la oportunidad a su equipo de cambiarse a una organización profesional exclusiva para jardines infantiles VTF. Sin embargo, decidieron no unirse, dada la percepci n de roces entre las integrantes y falta de experiencia en el ámbito de las organizaciones profesionales. En este sentido, se sentíanmás resguardadas por el sindicato y fue por este motivo que Susana también decidió ingresar, a pesar de que no era inicialmente su intención. De esta forma, su ingreso al sindicato constituye la única opción que ella visualiza para obtener un poco más de seguridad y resguardo en su rol: “No era uno de mis ideales ingresar (al sindicato), podría haber ingresado hace rato, eh… pero me he sentido muy insegura como directora ¿ya? siento que se me ha pasado a llevar varias ocasiones, o se me ha responsabilizado de varias situaciones y siento que no han sido justos a la hora de… el servicio público, siento que se lava mucho las manos con nosotras ¿ya?” Cabe mencionar que las lógicas de funcionamiento del sindicato también sufrieron cambios con el traspaso al SLEP, afectando el apoyo que puede ofrecer esta organización ante las dificultades que se presentan en el jardín infantil. Desde la perspectiva de Susana, la dirección del sindicato en tiempos de la administración municipal se mostraba más “empoderada”, existía una lucha más explícita por los derechos laborales de las y los trabajadores a diferencia de hoy. Para ejemplificar este cambio, Susana relata la tensión que se genera con las técnicos en su unidad educativa en torno a las funciones de aseo, que no forman parte de su contrato. Al informar de esta situación al sindicato en el contexto del servicio público, se insta a la directora a buscar la colaboraci n de las técnicos: “A mí me dicen que les diga a ellas oye, que tienes que tratar de que hagan el aseo, que la cuestión y siento que un poco él le baja un poco el perfil; como que se presta un poco para eso y siento que no, no está bien”. Desde la experiencia de su equipo previo al traspaso al SLEP, el sindicato no permitía estas exigencias fuera del contrato y reaccionaba para resguardar los derechos laborales de las técnicos. De esta forma, ante este tipo de situaciones, ni el sindicato ni el sostenedor logran apoyar a la directora ni proponer posibles soluciones para mejorar la tensión que aspectos contractuales generan en su equipo. Similar al caso anterior, Susana también expresa sentirse sola y con la gran responsabilidad de hacerse cargo de todo de forma autónoma y sin un debido acompañamiento. En este sentido, la directora pone de manifiesto la posibilidad de cometer errores y enfrentar consecuencias al involucrarse en aspectos de gestión de los cuales no tiene conocimiento, como por ejemplo, el área legal: “Siento que las directoras en general estamos solas, y somos responsables de todo (…) pasa algo en convivencia también, que es un tema típico, las denuncias las tiene que hacer uno, los informes los tiene que hacer uno, y ellos dicen ‘no, es que los abogados están ocupados, o dicen una cosa, después hacen otra, y… yo no soy abogada, entonces he tenido que aprender algunas cosas (...) y a veces me he equivocado, porque ahora como uno se pasó al

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