Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

260 nuestro país generando adhesión de las y los docentes hacia el proyecto educativo institucional (García Huidobro, 2024) o impulsando su propio ejercicio profesional (Caro y Peña-Sandoval, 2024; Gysling y Bick, 2023). Esto exige generar espacios de reflexión y trabajo conjunto entre redes de docentes, las cuales ya están siendo impulsadas en los SLEP. Se requeriría eventualmente impulsar nuevas redes de docentes hasta alcanzar a la mayor parte del cuerpo docente del territorio y apoyarlas con materiales de reflexión y trabajo generados por la DEP en alianza con la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educaci n. Junto con trabajar sobre los sentidos del currículum, es importante avanzar en impulsar innovaciones metodológicas que apunten a diversificación de estrategias y a realizar una enseñanza más práctica y vinculada con la vida de las y los estudiantes. Esto se puede impulsar en el trabajo de planificación. Se trataría de revitalizar el espacio de la planificación que muchas veces tiene una carga administrativa y burocrática, y que ha estado dominada por el criterio de cobertura curricular (Mineduc 2020, p.77), hacia un espacio de reflexión entre docentes del establecimiento orientado hacia la innovación pedagógica. Esto supone reorientar las consignas con se impulsa el trabajo de planificación que ya realizan las y los docentes y los criterios de adecuaci n de estas. Otra noción clave en esta perspectiva es que la implementación de una reforma curricular, es decir, la incorporación de cambios en las prácticas pedagógicas es un proceso que toma tiempo y es gradual (Gouëdard et al., 2020, p.17). La unidad temporal es de años y se requiere, por ende, compromiso y visión de largo plazo desde la gestión. Si bien la implementación de un nuevo currículum tiene un sentido de urgencia, dejar que las y los docentes exploren innovaciones gradualmente alivia tanto a los mismos docentes, como a quienes deben apoyar esta transformación. Se trata, entonces, de impulsar las transformaciones apoyándose en las capacidades existentes, y en el tiempo ir fortaleciendo esas capacidades de acuerdo a los propios requerimientos de los actores in situ. Orientar el apoyo de las UATP en un proceso de reforma curricular desde una perspectiva gradual y contextualizada resulta más realista si se considera la situaci n actual de los SLEP. Su instalaci n aún está en desarrollo y su consolidaci n es incipiente, incluso en los primeros servicios creados. Pese a las dificultades organizativas, existe una valoración positiva del trabajo técnico-pedagógico que han desplegado, especialmente en comparación con la gestión municipal previa (CIAE y CSP, 2024). Los equipos directivos destacan avances en capacitaci n docente y acompañamiento técnico, aunque también señalan que la dimensión pedagógica tiende a ser desplazada por las exigencias administrativas (Madero Cabib, Manz y Castro, 2022). Debe considerarse también, que las UATP cuentan con equipos reducidos y con capacidades heterogéneas, lo que afecta su alcance y profundidad en el trabajo curricular. Si bien algunos SLEP han logrado desarrollar modelos innovadores de apoyo pedag gico, adaptados a las realidades locales, estos siguen siendo casos excepcionales (Anderson, Uribe y Valenzuela, 2021), predominando enfoques tradicionales debido a limitaciones en formación y recursos. Asimismo, ocurre que las acciones de las UATP no llegan de modo uniforme al territorio y se ha planteado la necesidad de fortalecer los apoyos en áreas rurales y más aisladas (Consejo de Evaluación del Sistema de Educación Pública, 2023). Al pensar en los tres SLEP considerados en este estudio, esto parece especialmente relevante para los SLEP de Chinchorro y Andalien Sur, que abarcan un territorio extenso y un número importante de establecimientos rurales, principalmente escuelas básicas. Estas realidades institucionales y contextuales deben ser consideradas cuidadosamente al diseñar y ejecutar un plan de apoyo técnico-pedagógico que permita a los SLEP enfrentar de manera efectiva los desafíos que implica la reforma curricular. En definitiva, se reconoce la capacidad de acción de las UATP, pero esto es actualmente insuficiente y los SLEP se verán claramente desafiados al iniciarse un proceso de reforma curricular en el país. Esto refuerza pensar en una estrategia de implementación de la reforma curricular que no sea solo de arriba hacia abajo, sino que combine orientaciones que emanen del centro, con condiciones normativas que posibilitan innovaciones y posibilidades de toma de decisiones por los establecimientos educativos y el cuerpo docente basadas en la confianza y autonomía.

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