Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro

Capítulo 13: Innovación curricular y pedagógica en los Servicios Locales de Educación Pública: Un análisis desde tres territorios 259 Desafíos de una reforma curricular para los Servicios Locales de Educación Pública Al revisar los tres ámbitos de conversación del Congreso Pedagógico y Curricular —¿qué aprender?, ¿cómo aprender?, ¿cuándo y dónde aprender? — destaca la notable convergencia de prioridades entre los SLEP analizados y los resultados nacionales. Las categorías y subcategorías más mencionadas son prácticamente las mismas, con diferencias menores en el orden de preferencia, como la mayor relevancia del Deporte a nivel nacional frente a los Idiomas en los SLEP. Las comunidades educativas coinciden en identificar un núcleo común de saberes y prácticas pedagógicas, valorado desde diversas realidades territoriales. Junto con ello se suma una demanda clara por una pedagogía dinámica, motivadora, activa y conectada con la vida de las y los estudiantes. Esto le otorga validez a la existencia de un currículum nacional que responda a las prioridades transversales de las comunidades educativas, a la vez que se requiere enfatizar que su realización práctica debe ser contextualizada, desafiante y atractiva para las y los estudiantes, de modo que adquiera pertinencia a nivel local. En este contexto, y ante una eventual reforma curricular impulsada por el Ministerio de Educaci n, resulta pertinente que se incorporen los aspectos priorizados por los SLEP analizados, ya que coinciden con las demandas de las comunidades educativas a nivel nacional. Esto permitiría anticipar un escenario favorable para su implementación, en el que la nueva norma curricular sea percibida como pertinente, cercana y legítima, especialmente si su elaboración se ha basado en un proceso participativo, en contraste con reformas anteriores. Sin embargo, este escenario podría no ser tan prometedor debido a la complejidad inherente a la construcción curricular y la diversidad de voces que inciden en ella. Más allá de la orientación que adopte la futura reforma, los resultados del Congreso Pedagógico y Curricular constituyen una valiosa fuente de información para orientar procesos de innovaci n pedag gica en los SLEP analizados y, potencialmente, en el conjunto del sistema, dada la transversalidad y relevancia de los temas que concitaron mayor interés. Hemos argumentado que varios de estos cambios podrían comenzar a implementarse desde ya, pero para ello se requieren condiciones que no siempre están disponibles y que habría que generar respecto a la organización del tiempo, el espacio escolar y el trabajo de diseño curricular y pedagógico que realizan los propios docentes. Desde esta perspectiva el modelo de apoyo técnico pedagógico de la DEP tiene algunas limitaciones al concentrarse de modo casi exclusivo en la generaci n de capacidades (Mineduc, 2022b y 2022c). Este modelo corre el riesgo de ser muy verticalista de arriba hacia abajo y tender a atribuir los problemas a un déficit de capacidades que siempre debe superarse desde fuera, ya que los profesionales in situ carecen de las competencias para hacerlo. En la literatura sobre reformas curriculares se plantea la necesidad de superar el modelo verticalista, en el cual los implementadores del currículum, es decir las y los docentes deben reproducir con fidelidad el currículum reformado, hacia un enfoque de abajo hacia arriba que enfatiza la autonomía y discreción de los implementadores (Gouëdard et al., 2020, p.7). Para que el currículumnacional se concrete a la sala de clases las y los docentes no pueden concebirse como ejecutores pasivos, por el contrario, las y los docentes juegan un rol central ya que son mediadores de la política y son quienes la ponen en acción. Laimplementaciónefectivadelcurrículumnacionalrequiere considerar la inevitable distancia entre el currículum intencionado y el currículum en la práctica, determinada por factores contextuales específicos. En este marco, se propone reemplazar el criterio de cobertura curricular —propio del enfoque de fidelidad— por el de integridad, entendido como el grado en que las adaptaciones docentes se mantienen alineadas con los objetivos y principios del currículum (Penuel, Phillips y Harris, 2014). Este criterio permite compatibilizar alineación con las metas nacionales e innovación pedagógica contextualizada, fortaleciendo el juicio profesional docente. Para materializar el criterio de integridad es clave trabajar con las y los docentes sobre los sentidos del currículum, más que sobre los contenidos y las metodologías específicas, y confiar en su capacidad de propuesta, acción, innovación (Gouëdard et al., 2020) Algo que ya se viene haciendo en

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