Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro
Capítulo 1: La reforma del nivel intermedio en el contexto internacional: marcos para comprender el potencial y los retos de los servicios educativos locales 25 (2018), quedescubrióqueenAméricaLatinamuchos líderes escolares han recibido mucho aprendizaje profesional e incluso títulos avanzados, pero este aprendizaje no parece haber tenido un impacto en su práctica de liderazgo. Para aprovechar el potencial del nivel intermedio para mejorar la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas, se necesita algo más que la mera existencia de oportunidades de formación profesional; esta formación debe basarse en los conocimientos de los docentes, ser sostenida en el tiempo e incorporar la retroalimentaci n y las oportunidades de experimentaci n, así como la capacidad de adaptarse a los contextos locales para influir en las prácticas a nivel escolar. ¿El nivel intermedio es solo más burocracia? Uno de los principios fundamentales de la literatura sobre liderazgo escolar y cambio escolar de principios de este siglo era que, para tener impacto, las iniciativas de reforma deben centrarse en el núcleo de la enseñanza, la relaci n entre el profesor, el alumno y el plan de estudios. Esta línea de trabajo está muy relacionada con Richard Elmore y afirma que, si las iniciativas de reforma no se ven reflejadas en la práctica en el aula, no deben ser una prioridad (véase City et al., 2009). ¿Apoya el nivel intermedio el núcleo de la enseñanza? Para ello, sería necesario dejar de considerar el nivel intermedio como un fenómeno técnico u organizativo y pasar a verlo como algo más pedagógico. Esto requeriría un cambio en la forma en que se entiende la rendición de cuentas dentro del sistema en general, alejándose de lo que Honig y Pritchett (2019) han denominado «rendición de cuentas basada en la contabilidad» o lo que Glazer y Peurach (2015) han denominado «una nueva generación de controles burocráticos». La preocupación es que la inversi n en el nivel intermedio desvía los escasos recursos de las escuelas hacia estructuras organizativas que supervisan y exigen informes, en lugar de fomentar el desarrollo y la experiencia locales. Afortunadamente, hay ejemplos de cómo este nivel organizativo puede proporcionar apoyo; algunos de ellos se enumeran en las secciones anteriores. Otro ejemplo del impacto del nivel intermedio se obtiene al examinar el trabajo de los supervisores de directores. La función predeterminada de muchos supervisores de directores es la asistencia ad hoc en situaciones de emergencia y la supervisión del cumplimiento de diversas políticas del sistema. Sin embargo, Honig y Rainey (2018) demostraron que los supervisores de directores que se apartaban de este modelo tradicional y adoptaban ellos mismos un enfoque de enseñanza y aprendizaje eran los más propensos a animar a los directores a asumir tareas de liderazgo educativo cada vez más complejas en el ámbito escolar y a reorientar su tiempo y atención hacia la enseñanza y el aprendizaje, en lugar de dedicarse exclusivamente a cuestiones administrativas u operativas. La lección que se extrae de esto es que es probable que sea necesario que los administradores de nivel intermedio tengan experiencia en enseñanza y aprendizaje para resistir las normas organizativas que dan prioridad al cumplimiento burocrático por encima del aprendizaje y la mejora de la organizaci n. ¿El nivel intermedio es lo mismo que una red? El «nivel intermedio» y las «redes escolares» son conceptos adyacentes, pero no intercambiables. No obstante, vale la pena examinar cómo y en qué condiciones una red de escuelas podría desempeñar las funciones de un nivel intermedio: desarrollo de capacidades, respuesta compartida a retos similares, movilización estratégica de recursos. Además de los autores ya mencionados en el capítulo, Pino-Yancovic y sus colegas (2020) han escrito extensamente sobre el tema en Chile; también es bien conocido el trabajo de Chapman sobre las redes en el Reino Unido (por ejemplo, Chapman 2019). Una de las contribuciones de la investigación en red es que desplaza la unidad de análisis de la escuela individual hacia grupos de escuelas. La idea aquí es constructivista: el conocimiento local constituye la base para la mejora; activar ese conocimiento local junto con lo que otros profesionales saben en contextos organizativos similares puede conducir a la mejora. El objetivo, según Chapman (2019), es facilitar «el acceso a nuevas ideas y formas innovadoras de trabajar» (p. 554). Mientras que incluso el término «nivel intermedio» transmite una orientaci n jerárquica y burocrática hacia el apoyo a nivel escolar, las redes son más coherentes con un movimiento hacia la descentralización del sistema. Curiosamente, una de las contribuciones analíticas de Chapman a este trabajo es la idea de que la reforma del distrito es a menudo intrínsecamente estructural, pero el desarrollo de redes
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