Nueva educación pública: evidencia para los desafíos de futuro
24 Crítica del nivel intermedio La tesis subyacente de la influyente obra de Deborah Stone, The Policy Paradox: The Art of Political Decision Making , es que los intentos de los responsables políticos por resolver un problema a menudo generan inevitablemente otro. En consonancia con la máxima política de que no existen «soluciones milagrosas» que resuelvan por sí solas todos los dilemas políticos —porque las políticas suelen surgir como un compromiso entre impulsos internamente incoherentes yporque losproblemaspolíticostienencausas múltiples y no únicas—, cualquier examen del potencial del nivel intermedio debe incluir también un examen de sus problemas, contradicciones o inconvenientes. En esta sección esbozo brevemente algunas críticas comunes. ¿Es el nivel intermedio simplemente una «oficina de correos» que transmite las noticias sobre los mandatos, las normas y las prioridades desde la cima de la jerarquía educativa hasta la base? El interés de los responsables políticos por la literatura de investigación sobre el nivel intermedio se centra, como es lógico, en ejemplos de distritos muy exitosos (o, utilizando el vocabulario de la sección anterior, eficaces) que mejoran los resultados académicos de los alumnos. Pero la cruda realidad es que estos distritos tan exitosos son casos excepcionales, y los responsables políticos deben prestar atención a la realidad de los distritos típicos si quieren comprender e intentar iniciar un cambio en todo el sistema. En un estudio sobre los administradores del nivel intermedio (denominado «nivel de bloque») en la India, las autoridades los consideraban «oficinas de correos» o «simplemente ejecutores de las órdenes de las autoridades superiores y transmisores de mensajes entre la parte superior y la parte inferior de la cadena educativa» (Aiyar y Bhattacharya 2016, p. 61). Esta metáfora de la oficina de correos es una poderosa forma de resumir uno de los posibles escollos del nivel intermedio: ¿qué valor añadido aporta una oficina de correos a la organización a nivel escolar y a la enseñanza y el aprendizaje en el aula? Una queja habitual entre los educadores de las escuelas públicas es que se ven abrumados por oleadas de reformas (prioridades curriculares, enfoques pedagógicos) que les impiden adquirir realmente una experiencia suficiente en un área antes de que las prioridades del sistema les exijan hacer algo nuevo y diferente (Cuban, 1990). Sin una comprensión profunda de lo que necesitan las escuelas, el nivel intermedio puede funcionar principalmente como un motor de este cambio constante de políticas: mandatos sin formación ni apoyo profesional, informes obligatorios sin ninguna relación explícita con la mejora de la organización. Por lo tanto, la pregunta que debemos plantearnos es la siguiente: al analizar las funciones del nivel intermedio y sus profesionales, ¿qué pruebas hay de que el valor añadido es mayor que el que se encontraría en una oficina de correos de políticas? ¿Contribuye el nivel intermedio a crear un vocabulario común, a definir objetivos y prioridades claramente entendidos y a proporcionar la capacitaci n necesaria en las escuelas (y entre ellas)? La preocupación aquí no es solo que el nivel intermedio se limite a transmitir información en lugar de desarrollar capacidades, sino que la lógica de «oficina de correos» puede crear cuellos de botella en la provisi n de los recursos y el apoyo necesarios para el funcionamiento básico de las escuelas. ¿Tiene el nivel intermedio las habilidades o capacidades necesarias para apoyar a la escuela? Parte del interés por el nivel intermedio proviene de la creencia de que puede orientar y apoyar el trabajo en los centros escolares de manera que contribuya al aprendizaje de los alumnos; para ello, se concibe el nivel intermedio como un « » que convoca y proporciona desarrollo de capacidades profesionales. Lamentablemente, sigue siendo una inc gnita si los distritos en general son capaces de proporcionar una formación profesional útil a los educadores. Un informe de 2019 de Leithwood y sus colegas, en el que se examina cómo los distritos influyen en el rendimiento de los alumnos, señala que «la formación profesional proporcionada por los distritos tuvo poco o ningún efecto en el rendimiento de los alumnos. La formación profesional consume considerables recursos del distrito y a menudo se considera la principal estrategia de reforma del distrito. Los líderes de los distritos deben asegurarse de que los esfuerzos de sus distritos reflejen lo que se sabe sobre el desarrollo profesional eficaz» (Leithwood et al. 2019, p. 532). En resumen, hay algunas pruebas de que los distritos están proporcionando oportunidades de aprendizaje profesional, pero ¿benefician a los estudiantes? Esta conclusión sobre el aprendizaje profesional patrocinado por los distritos recuerda a la investigación de Weinstein y sus colegas
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